Como bien sabían los Monty Python, aunque solo sea para hacer un gag tan deslumbrante como su concurso de resúmenes de Proust, pocos textos hay tan relevantes como ‘En busca del tiempo perdido‘ y, dentro de éste, la escena en la que el sabor de una magdalena genera todo un torrente de recuerdos y nostalgia, que ha dado para más páginas que las que tiene esta obra. Y eso que tiene siete volúmenes. Si vamos al terreno de ‘Ronson‘, el debut en el mundo del cómic de César Sebastián, este sabor podría ser igualmente una magdalena, pero de esas que sólo se hacen en casa con ocasión de fiestas muy especiales, pero también un rollete de anís, un coquito, una empanadilla o un vaso de agua con miel, de esos sabores y aromas que evocan un pueblo de levante de la España de los sesenta como al que nos transporta esta obra.
Con su Rosebud particular, ese Ronson cuyo significado conoceremos de refilón hacia la mitad del relato, este cómic, entre el relato iniciático y la reflexión crepuscular, nos muestra la visión de un hombre en el otoño de su vida que, a raíz de un recuerdo casual, empezará a trazar la semblanza de su infancia. No hay que llevarse a engaño, no se trata de una obra autobiográfica, pero las páginas exudan un verismo desacostumbrado. En un momento en que lo políticamente correcto está arrollando los terrenos de la ficción, amenazando con llevarse por delante a clásicos como Roald Dahl, Ian Fleming o Agatha Christie, su autor asume perfectamente que hay verdades incómodas de una España gris que muchos o no han conocido o han querido olvidar cuya percepción puede cambiar con el paso a la madurez, pero no por eso son menos reales o afectan menos a sus personajes.
Presentadas en capítulos diferenciados en Ronson encontramos experiencias como el cine, los juegos, con algún elemento escatológico incluído, o algunas tan controvertidas como la caza, a la que el protagonista y sus amigos dedican numerosas horas y que en su contexto, como muchos hemos oído a padres y abuelos, resulta tremendamente realista, al igual que su retrato del despertar sexual de los adolescentes, pero que hoy puede parecer a más de uno no ya de otro siglo, sino casi de otra dimensión. Y en unas viñetas que no renuncian al tremendismo, castigos físicos incluidos (con alguna imagen y algún bocadillo que duele hasta leer), ni a la hipocresía propia de otros tiempos que hacían que algo tan cotidiano como que una mujer fumase estuviese mal visto, encontramos el sabor de los pequeños detalles cotidianos, como los motes propios de los pueblos, o de las colecciones hechas con casi nada, que dan vida a eso que podemos llamar nostalgia, así como una defensa de esas intra-historias como la de la madre sacrificada o la abuela que conserva la memoria de toda una generación.
Con un guión articulado a base de pinceladas vitales que consigue enganchar al lector a pesar de que seguramente no se identifique con la mayoría de elecciones de sus personajes su apartado visual no queda detrás. Un dibujo prístino, realista pero de línea clarísima que bebe de los anteriores trabajos de su autor en ilustración y publicidad, arropado por la sobriedad de una bicromia entre blanco y negro y amarillo viejo y una distribución de páginas en un esquema de conjuntos de 6 y 4 (al inicio y al final de la obra) viñetas, que renuncia al dinamismo en pro de la recreación de ambientes (es más, no veremos ninguna figura humana hasta bien entrada la historia), con una sutilidad desarmante en alguno de los momentos más duros. A ello hay que sumar lo cuidadisimo de su edición, con cubierta en cartón visto con guardas de impronta clásica y unas páginas con borde lobulado que casi nos hace pensar en los sellos tradicionales, a la que solo le falta ser numerada para antojarse objeto de coleccionista.
‘Ronson’ es una obra que sorprende. Cotidiana pero dura, lejos de los grandes hechos históricos, entrañable o inclemente cuando corresponde. El eco de otro tiempo que no fue mejor, pero que marcó y marca, aún cuando la mayoría de los que lo vivieron nos han dejado o están a punto de dejarnos. César Sebastián a pesar de ser su primera obra en el noveno arte nos presenta una obra de absoluta madurez visual, argumental y sentimental, sobre una cotidianeidad que no es fácil de contar pero necesita ser contada. Un auténtico viaje en el tiempo que no es exótico ni espectacular pero que es complejo, y bajo el prisma del «ben trovato» nos transporta a otro mundo que fue el nuestro.
Ronson
- Autores: César Sebastián
- Editorial: Autsaider Cómics
- Encuadernación: Cartoné
- Páginas: 128 páginas
- Precio: 20 euros