COMIC SCENE: Las Lecturas de Fancueva
V. Kingdom Come

En tamaño gigante, Marvel sabe mejor

No creo que haya duda alguna acerca de la celebración de este medio que tanto nos apasiona que suponen los volúmenes que, hasta ahora, conforman la biblioteca de Grandes Tesoros Marvel con la que Panini está premiando a los coleccionistas de siempre —porque esto, queridos lectores, son tomos hechos para los coleccionistas— con material que, indudablemente, ya han tenido en multitud de variedad de ediciones pero que jamás ha encontrado acomodo en lo que estas ediciones nos proponen: tamaño enorme de 26.6 centímetros de ancho por 36.5 centímetros de alto que supera, con mucho, a los Absolutes de DC, que con sus 32 centímetros de altura eran las ediciones más «grandes» que hasta hace poco cabía encontrar en lo que se refiere a cómics estadounidenses junto con los Library de Dark Horse; encuadernación en cartoné; impresión en papel satinado de alto gramaje y, para aquellos que gusten de estas cosas —a nosotros es un detalle que, por ahora, no termina de convencernos— guardas que, lejos de ser las típicas sobrecubiertas con solapas, albergan en sus pliegues, un enorme póster de un metro de altura.

Asombrados como quedamos cuando el primer volumen de los Grandes Tesoros Marvel llegó a nuestras estanterías y pudimos, gracias a él, redescubrir, una vez más, la sin par enormidad de lo que Stan Lee y Moebius plantearon con su ‘Estela Plateada. Parábola‘, lo que quizá nos está sorprendiendo aún más que lo descomunal del tamaño de estos singulares libros son las curiosas decisiones editoriales acerca de lo que es merecedor de estar incluido en ellos. No cabe duda de que tanto la citada historia de Estela como aquella que J.M. Straczynski y Esad Ribic pusieron en pie eran dignas de conocer las virtudes que acompañan a una impresión en tan singular formato. Tampoco tenemos queja alguna por la inclusión en este sello del ‘Loki‘ de Robert Rodi y Ribic o el ‘Daredevil. Born Again‘ del que hablaremos en breve por estas líneas. Pero, dejando atrás estos ejemplos, son las otras elecciones para la colección las que nos hacen arquear una ceja.

En ese grupo están, por supuesto, ese conciso volumen dedicado a la Cosa de Barry Windsor-Smith, el que se destinaba a imprimir a tan contundente formato la miniserie de ‘Los hijos del átomo—sí, esa que debería haber dibujado al completo Steve Rude pero que, por avatares del destino, concluyeron nombres como Paul Smith, Esad Ribic o ¿Michael Ryan?— o, quizá en menor medida, los dos que hoy os traemos en esta entrada especial: el ‘Capitán América‘ de Jim Steranko y el ‘Mitos‘ de Paul Jenkins y Paolo Rivera.

Hay quien podría argüir, y no sin razón, que no tendríamos que arquear ceja alguna ante la inclusión de los legendarios números con los que Jim Steranko redefinió, y de qué manera, al abanderado del Universo Marvel. Pero, no os llevéis a engaño, no estamos cuestionando la validez del trabajo del artista estadounidense por más que resuene de manera muy débil y lejana en las filias del que esto suscribe. Simplemente estamos reflexionando bajo la creencia de que, a la hora de pensar en el material que debería aparecer en el sello de Grandes Tesoros Marvel, deberían considerarse, ante todo, dos factores: el primero, por supuesto, el talante IMPRESCINDIBLE de la lectura, algo sobre lo que mucho cabría que aducir si estamos hablando de ‘Hijos del átomo’, este «Capi» o, por supuesto, los números sueltos de Windsor-Smith. El segundo, y a nuestro entender tan determinante como la anterior, sería la personalidad AUTOCONCLUSIVA del material publicado, una personalidad a la que escapan, raudos, ejemplares como este de Steranko o el de la Cosa.

Dicho esto, es evidente que cabría ponderar una tercera disquisición que no tendría nada que ver con ninguna de las dos anteriores: la ESPECTACULARIDAD de las páginas incluidas en cada volumen. Y ahí el ‘Grandes Tesoros Marvel: Capitán América de Jim Steranko‘ tiene mucho que decir, sobre todo a aquellos lectores que les suelan flaquear las rodillas cuando se las tienen que ver con la Marvel clásica, esa que nunca ha hecho mucho «tilín» a servidor —el no haber tenido contacto con ella durante mis años de formación lectora creo que es factor determinante en ese sentido— y que, aquí, de manos de un artista que supo reinterpretar las claves fundamentales del dibujo de Jack Kirby incorporando a las mismas toda una nueva corriente de ideas que traían elementos de la cultura visual del momento, encuentra un exponente que, filias al margen, es de una categoría apabullante: podrá gustar más o menos, pero el dibujo de Steranko, su composición de página, sus imaginativos recursos narrativos y el dinamismo y ritmo que aportó a Steve Rogers en este reducido puñado de números que recoge el Grandes Tesoros asume el apelativo de Clásico sin posibilidad de apelación ninguna.

En añadidura a lo que ofrece Steranko, el trabajo de Paul Jenkins y Paolo Rivera que alberga el ‘Grandes Tesoros Marvel. Mitos’, asume, al margen de la notable espectacularidad que rezuman las páginas del artista estadounidense, esa condición de autoconclusiva que, creemos, deberían ostentar las historias que terminen impresas en este gran formato. De hecho, dicho carácter va un paso más allá y, en lugar de una única historia que empieza y termina, tenemos en ‘Mitos’ seis de ellas, seis relatos en los que escritor y dibujante reformulan, dentro de ciertos parámetros, los orígenes del Capitán América, Spiderman, Ghost Rider, Hulk, los Cuatro Fantásticos y la Patrulla-X en sendas misivas que demuestran, ante todo, un profundo cariño por los personajes —sólo así cabría explicar la inclusión en este sexteto de un caracter menor como es Johnny Blaze— y un respeto tremendo por sus biografías ficticias.

Moviéndose pues en un entorno algo encorsetado, Jenkins no trata de reinventar la rueda en su aproximación a unas historias orientadas, como ya se sabe, a servir de referente para aquellos lectores que, interesados por lo que la gran pantalla comenzaba a mostrar del Universo Marvel —el proyecto empezó a publicarse en 2006, un par de años antes de que el MCU iniciara andadura con ‘Iron Man—, quisieran acercarse por primera vez a las viñetas; y, bajo ese propósito, pero con la firme determinación de dotar de cierta personalidad a su creación, el guionista da con un tono que se establece equidistante entre lo meramente clasicista y lo que cabría calificar como contemporáneo al 100%: a caballo pues entre ambos mundos, lo que no cabe duda es que cada número de los seis que conforman ‘Mitos’ se lee con una facilidad pasmosa, quizá llevado en volandas por el conocimiento que ya se tiene de aquello que se nos aproxima, quizá porque el encaje que hace Jenkins de cada origen se lleva a cabo mediante un ritmo espléndido.

Donde no caben elucubraciones es a la hora de valorar el superlativo dibujo de Paolo Rivera. De hecho, decir sólo «dibujo» es quedarse muy cortos cuando el responsable junto con Marcos Martín del arranque del ‘Daredevil‘ de Mark Waid carga sobre sus hombros la responsabilidad completa de cada plancha, planteándolas muy a la manera de Alex Ross y su ‘Marvels‘ en un claro movimiento por parte de La Casa de las Ideas de dotar a este ‘Mitos’ de la categoría que había adquirido la miniserie de Kurt Busiek una década antes. Lo que diferencia a Rivera de Ross, más allá de lo muy diferente de su trazo base, es que mientras que el artífice de ‘Kingdom Come‘ caracteriza las páginas de ‘Marvels’ bajo una única identidad visual, lo que vemos aquí, desde el primer número dedicado a la Patrulla-X —publicado en marzo de 2006— hasta el último, destinado al Capi —publicado en agosto de 2008— es un artista en constante evolución que va probando técnicas diferentes a cada nuevo paso, llegando con el ejemplar que narra la transformación de Steve Rogers en el supersoldado a una perfección de formas que se nos antoja tremendamente cercana a lo que el insigne Norman Rockwell podría haber llegado a plasmar de haberse dedicado al arte secuencial.

Por el camino quedan planchas soberbias en cada número y la certeza de que, como decíamos antes, tanto para Rivera como para Jenkins, estos seis ejemplares de ‘Mitos’ fueron algo más que un mero encargo. Bien es cierto que, leídas bajo cierto conocimiento de los engranajes del Universo Marvel, estas historias saben a poco pero también que, para un neófito que quiera acercarse por primera vez a los personajes que acaba de ver en el cine —insistimos, esos eran los lectores que, muy probablemente, tenían en mente en Marvel cuando anunciaron la serie—, no se puede pedir mejor equivalente en viñetas. Que ahora podamos disfrutarlas a este tamaño tan asombroso no es más que la prueba palpable de que hay quien las sigue considerando como un hito fundamental dentro de la historia de la editorial. Nuestra opinión no es tan elevada como eso, pero sí que os recomendamos que, de poder permitíroslo, no dejéis pasar la oportunidad de añadir este muy soberbio volumen a vuestra tebeoteca. ‘Nuff said!!!!

Capitán América de Jim Steranko

  • Autores: VVAA
  • Editorial: Panini
  • Encuadernación: Cartoné con póster sobrecubierta
  • Páginas: 104 páginas
  • Precio: 35 euros
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Mitos

  • Autores: Paul Jenkins y Paolo Rivera
  • Editorial: Panini
  • Encuadernación: Cartoné con póster sobrecubierta
  • Páginas: 172 páginas
  • Precio: 19 euros
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GRANDES TESOROS MARVEL. MITOS
  • Rivera,Paolo (Author)

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