Por más que pueda parecer lo contrario, ni el rodaje, ni las ganas de hablar de un determinado título facilitan la labor de arrojar todas las impresiones que se agolpan en la cabeza en torno a él. De hecho, podría afirmarse que la dificultad de escribir una reseña es directamente proporcional a lo que un tebeo concreto te haya gustado: cuanto más hayas disfrutado con su lectura, más complicado se antoja —al menos a priori, que siempre llega un momento, después de llevar un par de párrafos ya redactados, cuando todo parece transformarse e ir cuesta abajo— el poner en pie un texto que haga justicia a la mayor o menor grandeza de las páginas que analiza. Y a fe mía que la grandeza que atesoran tanto el cuarto y último volumen de ‘Kill or Be Killed‘, como, sobre todo, esa OBRA MAESTRA que es ‘Pulp’, es de un calado tan demencialmente superlativo, que, aviso ya, lo que vais a encontrar de aquí en adelante es probable que termine pareciéndose más a una loa desabrida que a una reseña cabal y que sabe cómo mantener la compostura. Avisados quedáis.
Si comenzamos por ‘Kill or Be Killed’ y, con la historia ya rematada por esta última entrega, hemos de añadir algo a lo que ya comentamos en su momento con respecto al primer o al segundo volumen, lo que cabría sentenciar con toda la rotundidad posible, es que, cualidad usual en Ed Brubaker, este relato en el que el noir y el fantástico se entremezclan dando incluso mejores resultados que en la grandiosa ‘Fatale’, se rubrica a las mil maravillas, quedando a la postre un hecho cohesivo, sin fisuras, una cabecera redonda que acomete su conclusión con la seguridad de haberla planteado de antemano y sin que, en ningún momento, aparezcan aquí y allá atisbos de improvisación o casualidad. Antes bien, vuelta a leer de una sentada—figurada, claro, que meterse entre pecho y espalda las más de 600 páginas de la historia de un atracón no creo que sea un ejercicio muy salubre— se aprecia en la historia de Dylan un empaque que ya quisieran para sí muchos de los proyectos que cualquiera de las dos majors lanzan como churros al cabo del mes.
Aquí hay cariño, mimo, esmero, paciencia y la seguridad de que el lector que agarre el volumen entre sus manos sabrá apreciar—y digo si sabremos apreciarlo— un tebeo que no es que nade a contracorriente, sino que queda perfectamente inserto en el tumultuoso cauce que pueblan todas las historias con la que el guionista de ‘Criminal’ ha ido cimentando su elevado status actual. Una posición tremendamente privilegiada que, a lo largo de los tres últimos lustros, se apoya en proyectos que no vale la pena volver a traer a colación y que, encuentra, en la oscuridad y la mala uva de ‘Kill or Be Killed’, motivos más que sobrados para pensar que antes se congelará el infierno que Brubaker se quede seco de ideas que plasmar en formato aviñetado.
Y si hay grandeza, y mucha, en ‘Kill or Be Killed’, lo que cabe encontrarse en ‘Pulp’ supera con mucho el ya elevado podio en el que se alza aquélla. De hecho, si recordáis, cuando el aciago 2020 tocaba a su fin y hacíamos nuestro repaso y reparto de premios habitual, ‘Pulp’ se alzaba, ex-aqueo con ‘Wonder Woman: Dead Earth‘, como el MEJOR cómic estadounidense. Desafortunadamente, el escueto espacio que dedicábamos a justificar el porqué del galardón, sólo daba para un par de líneas que, extremadamente condensadas, ya dejan bastante claro al menos un par de cosas:
El primero, probablemente la mejor historia que Ed Brubaker nos haya ofrecido jamás dentro del universo ‘Criminal’, un western disfrazado con un magnífico abrigo de noir en el que Sean Phillips lo da todo
Premios Fancueva 2020
La primera, y quizás más peliaguda por aquello de que comparar siempre es adentrarse en terrenos muy, pero que muy enfangados, es que ‘Pulp’ es lo mejor que se ha publicado dentro del universo ‘Criminal’. Habida cuenta de lo mucho que ya hay en él y, aún más, de que ese mucho contiene cosas como ‘Cruel Summer‘—de la que hablaremos en breve—, ‘Bad Weekend‘—una puñetera maravilla digna de un orfebre— o, por no irnos mucho más atrás, cualquiera de los tres volúmenes que, por el momento, conforman el recorrido de ‘Reckless‘; sentenciar sin ambages que ‘Pulp’ está en la cúspide puede parecer, como poco, un amago de sensacionalismo por parte de este redactor. Pero si sois de los que seguís esta página a diario y leéis lo que servidor va vertiendo aquí y allá, sabréis que no soy amigo de sensacionalismos ni de afirmaciones grandilocuentes. Y, si otorgáis algo de credibilidad a mi criterio, huelga decir que lo que éste dicta para con ‘Pulp’ la coloca en un puesto de honor dentro de mi nutrida tebeoteca. Así, sin diferenciar si estamos hablando de cómic yanqui, tebeo español o bd europea. Al menos en mi diccionario, eso es MUCHO decir.
Refinadas sus formas a través de las miles de páginas que cuentan con su autoría, Brubaker llega a ‘Pulp’ con las mejores herramientas que un guionista podría desear: la historia y, sobre todo, la forma de contarla, es apasionante y atrapa al lector de principio a fin…y un poco más allá; los personajes, los pocos que conforman el elenco que apoya la acción, están definidos con tanta maestría y rotundidad y, a la vez, con tamaña economía de medios, que se diría que el escritor ya no necesita más que cuatro frases para que el lector sepa de qué diantres le está hablando; los diálogos, que siempre son un punto muy fuerte en cualquier tebeo del artífice de ‘The Fade Out’, adquieren aquí dimensiones que, hasta cierto punto, no le habíamos conocido antes en ninguno de sus proyectos previos; y, para terminar, lo mejor del trabajo del guionista recala en lo segundo que apuntábamos en ese sucinto texto que le dedicábamos a ‘Pulp’ el pasado diciembre, la suerte de reinvención que Brubaker hace aquí del noir de siempre mezclándolo con la mejor esencia del western o, si se quiere, la suerte de reinvención que Brubaker hace aquí del western de siempre mezclándolo con la mejor esencia del noir…se quiera leer como se quiera leer, el encuentro entre dos mundos aparentemente tan distantes conforma el as en la manga que hace que ‘Pulp’ llegue donde llega.
Pero, cuidado, que ese no es, ni de lejos, el único naipe que este volumen de poco más de setenta páginas se guarda para ganar la partida. De hecho, la carta que dirime la partida, y que comparte con ‘Kill or Be Killed’, lleva, obviamente, el nombre de Sean Phillips. Si decíamos en el párrafo anterior que Brubaker llega a ‘Pulp’ con sus herramientas completamente afinadas, otro tanto cabría afirmar de un dibujante que, evolucionando a pasos agigantados a lo largo de los años—rescatar ahora, por ejemplo, sus páginas para la magnífica ‘Sleeper’ es encontrarse con dos artistas casi completamente diferentes que, no obstante, comparten rasgos y cualidades— ha pulido tanto su arte que resulta de todo punto imposible ponerle una sola pega a cualquiera de los aspectos que cabría analizar en un tebeo: composición, diseño de personajes, narrativa, encuadres, ritmo…todo en ambos títulos—quizás un poco más en ‘Pulp’— habla a voz en grito de unas planchas que, para colmo, cuentan con el excelso hacer en las cualidades cromáticas de Elizabeth Breitweiser, en el caso de ‘Kill or Be Killed’ y del hermano del artista, Joe Phillips, en el de ‘Pulp’.
No nos queda mucho más que decir, al menos no hasta que volvamos a hablar del tándem a colación de ‘Cruel Summer’. Tan sólo recomendar, hasta allí donde llegan nuestras fuerzas, que si nunca os habéis acercado al microcosmos de ‘Criminal’, aprovechéis que la ocasión la pintan calva y os hagáis con ‘Pulp’, ya que funciona a la perfección tanto a modo pináculo de lo que Brubaker y Phillips llevan años construyendo como de vehículo que os introduzca en un rincón del noveno arte del que, probablemente, no vais a querer salir toda vez hayáis cruzado el umbral de entrada. Palabra de tebeófilo.
Kill or be killed vol.4
- Autores: Ed Brubaker y Sean Phillips
- Editorial: Panini/Evolution Comics
- Encuadernación: Cartoné
- Páginas: 176 páginas
- Precio: 19.95 euros
Pulp
- Autores: Ed Brubaker y Sean Phillips
- Editorial: Panini/Evolution Comics
- Encuadernación: Cartoné
- Páginas: 72 páginas
- Precio: 15 euros