‘Marvel Gold La Imposible Patrulla-X Volumen 10: Disolución y Renacimiento’, Jim Lee redefine el aspecto de los cómics para siempre

Ver publicado en una edición inmejorable el material contenido en este ‘Marvel Gold La Imposible Patrulla-X Volumen 10: Disolución y Renacimiento’ supondrá un sueño hecho realidad para muchos aficionados. A nadie se le escapa que todos estos tebeos fueron el vicio que muchos de los lectores mayores de cuarenta años pudieron degustar allá por los años noventa, gente que no va a dudar ni un solo segundo en hacerse con estos omnigolds para poder callar cierta llamada nostálgica que los obliga a ello. No es mal negocio, estos tebeos guardan una magia especial, unas aventuras que desgraciadamente significarían la inminente marcha del guionista Chris Claremont tras quince años capitaneando la nave mutante pero que seguirían siendo una lectura imprescindible. Se dice pronto pero fueron muchas aventuras que cambiaron el rumbo de un buen puñado de personajes para siempre, coronando a Cíclope, Tormenta, Lobezno y al resto de la familia X como una de las combinaciones más rentables de cuantas se podían encontrar en La Casa de las Ideas. Muchas son las teorías que desde entonces se han podido escuchar y leer acerca de la salida del guionista londinense de unos títulos que lo encumbraron hasta lo más alto. Sobrecarga de trabajo, pérdida de interés o descenso en la calidad de sus textos. Parece que nunca vamos a saber la verdad aunque, eso sí, nadie puede poner en duda el valor histórico de estos cómics.

Atrás dejamos los intensos acontecimientos vividos durante el evento Inferno, nos adentramos en unos números de relax que van a dejar aventuras en solitario por parte de las chicas y los chicos del grupo. Una maniobra usada con frecuencia para mostrar a los personajes de una forma más cercana y humana al lector. Sin embargo, a pesar de la aparente tranquilidad, no podemos olvidarnos que el grupo permanece muerto a ojos del resto del mundo, ocultándose en Australia y actuando en una suerte de clandestinidad que los mantiene por debajo del radar. Asistiremos a la presentación de nuevos personajes que se convertirán en piezas imprescindibles para el futuro de la franquicia como Júbilo o Gambito que nadie podría imaginar el inmenso cariño que recibirían por parte de los lectores. Pero no todo va a ser tan agradable. Tendremos la participación del grupo en otro crossover como es Atlantis Ataca, un relato en el que Gaur intentará llevar a cabo su plan de dominación mundial resucitando al Dios Serpiente Set. Una amenaza que perdería impacto al compararse con Molde Maestro, Los Cosechadores, Nanny y El Creahuérfanos o Zaladane, enemigos a los que tendrá que enfrentarse Los Hombres-X con nefastos resultados para algunos de sus miembros. Muchos nombres, muchas amenazas y muchos frentes abiertos, algo que Claremont acostumbraba a hacer a cada momento.

Los famosos “cabos sueltos” del guionista. En este volumen se sigue la misma dinámica que se ha empleado hasta el momento, presentar hechos aparentemente trascendentales que quedan “olvidados” al finalizar el tebeo y son recuperados meses después. Un mal menor que, si aceptamos las reglas impuestas por el patriarca mutante, llegan a ser de lo más disfrutables. Pícara con la mente dividida, Longshot abandonando el grupo sin dar explicaciones, Coloso perdiendo la conciencia, Júbilo convirtiéndose en nueva mujer X o la transformación definitiva de Mariposa Mental en el evento Actos de Venganza en el que se convertirá en una letal ninja por obra y gracia de El Mandarín y La Mano. Y no queda ahí la cosa ya que también tendremos al Rey Sombra, a Fortachón, a Máscara y a los Morlocks. Lo dicho un poco más arriba, tramas y frentes abiertos en cantidades industriales. El estilo narrativo de Claremont no va a coger a nadie por sorpresa. Sus textos explicativos en los que se adelanta al lector todo lo que va a ocurrir viñetas más tarde se han convertido en una seña de identidad que ha explotado a lo largo de toda su carrera. Muchos aficionados señalan que estos textos pueden llegar a “hacer bola” en volúmenes tan gruesos como este, sin embargo, volvemos a incidir, a nadie debe sorprender esta técnica. Muchos de los dibujantes que se encargan del apartado gráfico del volumen llegarían a convertirse en súper estrellas de la industria. Gente como Marc Silvestri, Rob Liefeld, Rick Leonardi o el siempre espectacular Jim Lee dejan constancia del buen momento de la colección. ¿Qué nos deparará el futuro? X-Tinction Agenda, La Isla Muir, Bishop…Todo a su tiempo.