COMIC SCENE: Las Lecturas de Fancueva
V. Kingdom Come

‘Cruel Summer’, maná del cielo

Es probable que resulte ya cargante el que, a cada ocasión en que hablamos por estas líneas de Ed Brubaker y Sean Phillips, nos deshagamos en elogios mil ante lo que sea que han tenido a bien parir esta muy bien avenido tándem que, desde que comenzaran a colaborar, sólo nos han dado alegrías que se han movido entre lo mayestático y lo sublime. De hecho, en esta última categoría es en la que retoza como gorrino en un lodazal un ‘Cruel Summer‘ del que ya advertíamos hace un par de meses que teníamos que hablar…y mucho. Y es que, probablemente, nos encontramos ante la muestra que a mayor altura ha rayado de cuántas han salido de ese fecundo rinconcito del noveno arte que es el microcosmos de ‘Criminal‘. Si consideramos la producción de Brubaker y Phillips en general y lo que la inmersión en el noir de ambos artistas ha llegado a regalarnos con el paso de los años a través de dicha cabecera —tanto en la serie «regular» como en todos los proyectos que a ella se han ido adhiriendo— es innecesario apuntar a que lo que recogen estas 288 páginas es de una maestría tremendamente contundente e igualmente inequívoca.

Bien es cierto que, echando la vista atrás, cualquiera de las anteriores instancias en que la pareja de artistas ha navegado por las oscuras y tumultuosas aguas del universo de ‘Criminal’, el resultado ha sido, como poco, para perder la cabeza, algo que demuestran, no sólo el material contenido en los dos integrales publicados hasta el momento por Panini —de los que podéis encontrar los enlaces aquí y aquí— a falta de hacerse eco del tercero que aparecía este mismo año en territorio yanqui, sino como decíamos, títulos como ‘Mis héroes siempre han sido yonquis‘, esa puñetera maravilla que es ‘Pulp’ o cualquiera de las tres entregas con que, a día de hoy, cuenta lo que ambos están llevando a cabo con ‘Reckless‘: desarrollando entre todos una manera inconfundible de entender el género, de reinterpretar sus claves al tiempo que respetan con sumo mimo lo que lo hizo grande en sus años de esplendor en el séptimo arte y de dar, una, otra, y otra vez, con personajes que encandilan y atrapan con sólo un par de viñetas y te mantienen ahí, al borde del abismo con la respiración entrecortada y el corazón a mil hasta que, sin haber podido apartar la vista de la lectura, llegamos a un final de esos que resonará en nuestra memoria en años venideros.

El contar no sólo con uno, sino con cuatro de esos personajes que, por momentos, se antojan completamente tridimensionales y veraces, es uno de los motivos principales que nos empuja a afirmar el que ‘Cruel Summer’ sea cima del universo ‘Criminal’ —debate para otro momento sería el si dicha cima es compartida y por cuántos diferentes tebeos—: para empezar tenemos a los Lawless, padre e hijo, dos hombres sacudidos por la vida que, cada uno a su manera, buscan ese golpe de suerte que los aparte de una vez por todas de la cara oscura de su jodida existencia. Junto a ellos, Brubaker nos presentan a Dan Farraday, un detective privado que está metiéndose en un caso que le viene demasiado grande y que, como padre e hijo, verá su mundo sacudido por la presencia de Jane, una mujer que redefine el concepto de femme fatale como ya lo hiciera, en manos de guionista y dibujante, la Josephine de ‘Fatale‘ o, por extensión, cualquiera de las féminas que de manera tan gloriosa han sido moldeadas por el talento del escritor.

Girando pues en torno a cuatro polos tan extremos como trágicos y patéticos, ‘Cruel Summer’ se hace grande en la manera en que Brubaker estructura la narración yendo hacia adelante y hacia atrás para, como Kubrick ya dejara claro en ‘Atraco perfecto‘, dejar claro que hacer depositar en el lector la constante reconstrucción mental de la línea temporal de los hechos es una de las mejores formas de tenernos donde quiere. Y ese lugar no es otro que un balcón que mira hacia la maravilla, desde el que contemplamos, atónitos, una macabra danza que nunca es previsible y que, en manos del mutable estilo de Phillips, que ora puede ser delicado y sutil, ora sucio, agresivo y salvaje, encuentra, una y otra vez, planchas y más planchas ante las que redefinir el concepto de «quedarse atónito». GRANDEZA del NOVENO ARTE. Ni más, ni menos.

Cruel Summer

  • Autores: Ed Brubaker y Sean Phillips
  • Editorial: Panini
  • Encuadernación: Cartoné
  • Páginas: 288 páginas
  • Precio: 30 euros

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