IMPARABLE. Así es como mejor se me antoja definir el ritmo al que avanza, por una parte, la producción española de tebeos y, por la otra, la toma de conciencia de la superlativa validez del noveno arte como forma de expresión tan noble como cualquiera de sus otras hermanas.
Refrendado esto último con hechos como el Premio Nacional del Cómic —que a finales del año pasado cumplía su primera década de existencia— o con noticias recientes como la que difundía hace poco Álvaro Pons acerca de la Cátedra de Estudios de Cómic que tendrá la Universidad de Valencia, que el tebeo patrio está en un momento histórico inigualable lo demuestran, mejor que cualquier engarce medio hábil de palabras, no ya las dieciocho obras seleccionadas para engalanar este resumen con lo mejor de 2018, que también, sino el que quedarnos (sólo) con ellas ha sido, quizás, más difícil que nunca.
Verdad incuestionable que habla con suma contundencia de la vasta oferta que mes tras mes nos hacen llegar Astiberri, Caramba!, Diábolo, Dibbuks, Dolmen, La Cúpula, Norma, Ponent Mon, Planeta Cómic o Spaceman Project, hay en los títulos que encontraréis a continuación, tal variedad y tal cantidad de genios de la narrativa secuencial, que entristece pensar que haya todavía algún lector activo de viñetas que, por equivocados e infundados prejuicios hacia la historieta española, se pierda la grandeza que exudan las páginas que conforman los álbumes y volúmenes que os ofrecemos a continuación. A ellos, como siempre, recomendarles que se despojen de toda idea preconcebida y se dejen llevar, sino por las incontables propuestas que nos han ido llegando hasta 2017, por alguna de estas que han aparecido durante los últimos 12 meses. No os arrepentiréis. Palabra.
1. Camaleón
Es la primera —y no va a ser la última— de las obras aquí recogidas que no presentan material original sino que sirven como reimpresión, en el más amplio sentido de la palabra, de proyectos ya aparecidos con anterioridad, bien en otro formato, bien, como veremos más abajo, con menor número de páginas o complementos. En el caso de ‘Camaleón’, sus anteriores vidas las había vivido en ‘El Víbora’ y en una edición en tapa dura de la que La Cúpula publicaba esta versión en rústica tan indispensable como las demás. Que, cuidado, estamos hablando de un noir como una catedral.
2. Cuaderno de tormentas
Y si antes aviso, antes aparece el motivo de mi aviso, la nueva edición que Astiberri nos regalaba este año de esta singular obra maestra que es ‘Cuaderno de tormentas’ de David Rubín. Un tebeo que allá por junio califiqué como «una de las cumbres incuestionables del tebeo español de la última década». Digo yo que no hará falta decir nada más, ¿no?
3. El día 3
Es mucho lo que, releyendo la entrada que le dediqué a ‘El día 3’, podría añadir a la misma a la luz de una revisión reciente que le hice al maravilloso tebeo de Cristina Durán, Miguel A. Giner Bou y Laura Ballester, pero todo lo que podría añadir sólo iría en redundar sobre un concepto muy simple: este es un cómic que hay que leer SÍ o SÍ.
4. El show de Albert Monteys
Lo de Albert Monteys muy normal no es. No sólo es un humorista gráfico de primera al que le importa muy poco airear las vergüenzas de su día a día y montarse una cabecera que, con el nombre de ‘El show de Albert Monteys’, hace que te rías, te partas de risa y hasta te descojones. Es que, por encima de eso…(ruido de estática)…disculpad, parece que hay algún problema con la emi….(más ruido de estática)…¡Oiga! ¿Quién es usted?….(mucho más ruido de estática)…Fu..d..aq…(la señal se ha perdido).
5. El tesoro del Cisne Negro
En las dos semanas que han pasado desde su lectura, esa impresión que comentaba en las líneas en las que recogí lo que me había parecido lo último de Paco Roca se ha visto desplazada y ha dado paso a una visión que valora con mayor énfasis lo mucho que ofrece esta singular aventura de tintes políticos.
6. Frank
Breve, concisa, esquemática y parca en palabras, si había dos epítetos que caracterizaban aún mejor que ningún otro a ‘Frank’ esos eran los de CONTUNDENTE y ELOCUENTE —en grado sumo, por precisar un poco—. Si no os habéis acercado llevados por equivocados prejuicios acerca de lo que os vais a encontrar en sus 48 páginas, ya sabéis lo que os voy a recomendar, ¿no?
7. Goya. Lo sublime terrible
Creo que el hecho de que la palabra MAGISTRAL aparezca en el titular que elegí para esta sorprendente y atrevida visión sobre la vida de Francisco de Goya y Lucientes que enhebraba El Torres, es justificación más que suficiente para haberla incluido en la presente selección. Si queréis más argumentos acerca del superlativo trabajo del malagueño y Fran Galán, os recomiendo seguir este enlace.
8. Homónimos
El planteamiento de ‘Homónimos‘, el volumen firmado por Antonio Navarro que Norma nos ofrecía allá por el Salón del Cómic de Barcelona del pasado mes de abril, es de esos que uno mira con cierto recelo porque parece responder a la clara intención del autor de claudicar ante una desbordante ambición y plantear una obra esquiva y obtusa, de difícil comprensión y oscuro discernimiento. Nada más lejos de la realidad.
Sí, es ambiciosa, pero si alguna vez dicho epíteto hubo de ser considerado en un sentido nada peyorativo es para referirse a lo que el artista español desarrolla aquí: un relato multi-facetado —caleidoscópico si así lo queréis expresar— que, con diferentes identidades gráficas y radicales tratamientos cromáticos, ambos de un nivel que pasma, abordan el significado del término que da nombre al proyecto a través de la exploración de varios individuos con el mismo nombre; entre ellos, atención, el propio autor.
Al incluirse en su novela gráfica, Navarro inclina sobremanera el tono de la narración hacia lo meta-lingüístico, y no debería ser extraño para ningún amante del noveno arte el aproximarse a ‘Homónimos’ y encontrar en él lecturas bien que se separan radicalmente de lo que podríamos calificar como común. Y es que es este un volumen que, ante todo, raya en lo EXTRAORDINARIO.
9. La furgo
La facilidad con la que Ramón Pardina y Martín Tognola conseguían, con sólo un par de páginas, que nos encariñáramos de Oso y Violeta, padre e hija en este relato lleno de candor, era sólo la punta de un iceberg lleno de esas cualidades que, pasando por todo el espectro de lo que servidor valora de manera positiva al ponderar un tebeo, son las que consiguen que se gane un merecido puesto aquí.
10. Los puentes de Moscú
Esperaba muchísimo de ella porque, seamos francos, siempre espero muchísimo de cualquier cosa salida de la portentosa capacidad creativa de Alfonso Zapico. Pero lo que no podía esperar es que ‘Los puentes de Moscú’ obliterara cualquier expectativa vertida sobre ella y se alzara, de este insigne grupo, como una de las tres mejores lecturas del año.
11. Nieve en los bolsillos
Después de haber volado de la mano de Antonio Altarriba en la imprescindible dupla que revisaba la vida de los padres del escritor. Y con las lecciones impartidas por él muy —pero que muy— bien aprendidas, Kim se atreve con ‘Nieve en los bolsillos’ a lanzarse al vacío sin red y contarnos sus experiencias como emigrante en Alemania durante los años 60.
Resulta inevitable, a lo largo de la lectura, no identificar algún recurso estilístico o ciertos pasajes que nos retrotraigan a ‘El arte de volar’ y ‘El ala rota’ pero, sinceramente, son los menos en una narración presa de un ritmo endiablado que habla al lector de tú a tú y consigue salvar las distancias generacionales para dibujar el retrato de una generación, la de nuestros padres, que no lo tuvo fácil para salir adelante en un país que mataba la creatividad y ahogaba cualquier voz que se opusiera lo más mínimo a los rígidos patrones del régimen. Al hacerlo, Kim habla de libertad en su sentido más amplio y cuaja un volumen tan soberbio como imprescindible.
12. Nima
Enrique Fernández cuenta cuentos como nadie. Es algo que demostró con ‘La isla sin sonrisa’. Que siguió perfeccionando con ‘Los cuentos de la era de la cobra’y ‘Aurore’ Que ofreció una faceta algo más tenebrosa y virulenta en ‘Brigada’ y que, ahora con ‘Nima’, recupera un tono más afable que, no obstante, no es capaz de ocultar la carga de profunda tristeza que envuelve a su personaje principal, una ninfa de los bosques que nos enamoró allá por comienzos de verano.
13. Robocracia
Qué magnífica y desopilante sorpresa fue asomarnos a este recopilatorio publicado por Diábolo de las páginas originalmente aparecidas en ‘El Jueves’. Unas páginas que rebosan ingenio, imaginación y el tipo de humor que, a título personal, más me convence siempre: el ácido, caústico y negro.
14. Siete sitios sin ti
La sensibilidad de Juan Berrio no parece conocer límites. Y eso es algo que revela cualquier vistazo a lo que el artista español nos ha ofrecido hasta la fecha —y que, a mi entender, quedaba expuesto con argumentos incuestionables con ‘El kiosco’— y refrendado, de mano de una categoría inmensa, por ‘Siete sitios sin ti’, un tebeo que habla del amor y el desamor, de encontrarse a uno mismo después de haber formado parte de un todo y que, al hacerlo, refleja en última instancia algo tan complejo como la vida misma.
15. Sordo
El reducido puñado de páginas que David Muñoz y Rayco Pulido añadían para la nueva edición de ‘Sordo’ que Astiberri nos ofrecía en octubre sólo ponía de relieve, acaso con un ápice más de insistencia, la grandeza que habita en este relato visceral acerca de la incomunicación y lo primario de los instintos humanos.
16. Taxus
Isaac Sánchez ha prorrumpido en el panorama nacional con la misma fuerza con la que, ataviado de Loulogio, solía hacerlo en sus maravillosas reflexiones como Youtuber —si no lo habéis visto, haceos un favor y seguid este enlace para saber cómo se usa con propiedad el imperativo—.
Con dos álbumes publicados en 2018 —sí, dos álbumes en un año, aprended autores francófonos— de esta espléndida fantasía llamada ‘Taxus’, el artista ha conseguido sorprender a quien se le haya puesto por delante, ya por unas planchas alucinantes, ya por unos diseños de personajes espectaculares, por un uso de las acuarelas para el que no encuentro calificativos y por un guión que es mucho más de lo que parece a simple vista y que en su segunda entrega nos ha volado mucho más la cabeza de lo que ya lo hizo la primera.
17. Wahcommo
Y terminamos, no podía ser de otra manera, con ‘Wahcommo’, el insigne y excelso tebeo firmado por Luis NCT, ese del que hablábamos al finales del mes pasado y que tamaña y soberbia impresión nos había causado.