He de reconocer que desde el principio, la incursión de Richard Donner en la labor del guionizado de la serie regular de Superman, me entusiasmó enormemente. No es de extrañar, Donner es famoso por su trabajo como director de una barbaridad de películas (la saga Arma Letal, Los Goonies) entre las que destaca la primera adaptación (y parte de la segunda, aunque los títulos de crédito le dieron todo el mérito a Richard Lester) al cine del hombre de acero, con un inolvidable Christopher Reeve.
La de seguro que es la saga más importante que ha podido firmar Donner, eso sí con la inestimable colaboración de Geoff Johns, hasta el momento para la cabecera principal de Superman, Action Comics, es ‘Último hijo’, la cual ponía en la tierra a un pequeño niño kriptoniano, quien acabaría siendo adoptado por Clark kent y Lois Lane. Posteriormente se descubriría que el jovencito kriptoniano, rebautizado como Christopher Kent (en honor a Reeve), era en realidad el hijo biológico del General Zod y su inseparable Ursa, unos villanos muy familiares para Richard Donner, al ser los enemigos principales del hombre de acero en Superman II, tras haber hecho una corta pero intensa aparición en el mítico juicio de la primera película (con un imponente Marlon Brando encarnando a Jor-el).
Con el número 22 del segundo volumen de la serie regular que Planeta está editando en España, se da carpetazo a la saga de ‘Último hijo’, y debo ponerme en pie y aplaudir fuertemente porque pocas veces he podido ver una conclusión tan buena como esta. El tandem Donner/Johns ha conseguido rizar el rizo dando un final totalmente épico a una saga que estaba pidiendo a gritos un final de película.