Resulta cuanto menos curioso que, habiéndolo “conocido” a través de sus dos obras más recientes (’Lo que el viento trae‘ y ‘Todo el polvo del camino‘), haya tenido ahora la oportunidad de descubrir la etapa más temprana de Jaime Martín con esta ‘Sangre de barrio‘, el título con el que el autor barcelonés inició su andadura profesional allá por 1989 y que, en su momento, le valió el premio al Autor Revelación en el 8º Salón del Cómic de Barcelona.
Y resulta curioso, sobre todo, por ver cómo, si bien el estilo del artista no ha evolucionado en exceso, algo que habla mejor que ningún otro halago de las muchas y muy precoces capacidades que Martín tenía cuando comenzó a dibujar tebeos con 23 años, sí lo han hecho sus intereses en cuanto a argumento por más que el guión de ‘Todo el polvo del camino sea de Wander Antunes.
Así, lo que podemos encontrar en ‘Sangre de barrio’ nada tiene que ver con la brillante historia sobre la depresión americana que es la citada obra compartida con Antunes y, mucho menos con ese relato de terror ambientado en Rusia que es la magnífica ‘Lo que el viento trae’ (ambas editadas por Norma).