Desde hace ya más de 30 años, ‘El Jueves’ lleva dando caña cada semana a la sociedad y política españolas. En una situación como la actual en la que las revistas dedicadas al cómic tienen una existencia bastante complicada, es una buena noticia que esta al menos conserve su buena salud.
Al margen de los chascarrillos a costa de la actualidad nacional, lo más interesante de ‘El Jueves’ es su plantilla de personajes fijos, que ofrece historias divertidas y una plataforma para dar a conocer a los autores jóvenes de nuestro país. En este post quiero comentar mis personajes favoritos de esta publicación, pero espero conocer también los vuestros.
Las series americanas siempre han tenido un gran filón del que tirar para crear sus argumentos: la familia. Desde las visiones más ñoñas a las más ácidas, todas han tratado de reflejar el american way of life a través de personajes más o menos reconocibles que conviven bajo el mismo techo. Esto es algo que en España también se ha hecho, pero mi psiquiatra me recomendó qe evitara ‘Los Serrano’ o ‘Médico de familia’ si quería seguir durmiendo por las noches.
Así que este post va dedicado a esas series que tanto me entusiasmaron (y lo siguen haciendo), pero centrándome en la figura clave de todas ellas: el padre de familia. Las risas que me he echado con los personajes que cito a continuación son incontables, y muchas de sus frases se me han quedado grabadas de por vida. Si queréis añadir algún padre inolvidable a la lista, no dudéis en hacerlo.
Cuando una serie o un personaje tiene éxito, no tardan en salirle imitadores más o menos afortunados que tratan de aprovechar su tirón entre los lectores. Pero además del fenómeno de la imitación, también se produce otro mucho más interesante: el de la parodia.
Una buena parodia parte del conocimiento profundo de la obra original, y podemos encontrar desde la historias golfas de los doujinshis japoneses hasta las hilarantes adaptaciones de las que voy a hablar a continuación. Para disfrutar de estas obras al máximo es necesario conocer los cómics originales, pero nada impide que podamos leerlas a ciegas por el simple hecho de pasar un buen rato con el humor de sus autores.
Al igual que le pasa a muchos lectores, Superman nunca ha sido santo de mi devoción y no he terminado de encontrarle el carisma que muchos otros le otorgan. Así pues, aunque cada cierto tiempo me asomo a su serie regular, normalmente no tardo demasiados números en abandonarla.
A pesar de todo, a veces me he encontrado con especiales y series limitadas que no sólo me han parecido una maravilla del cómic pijamero, sino también obras indispensables para cualquier amante del 9º arte. Dentro de mi limitado conocimiento del personaje, los cuatro cómics que comento a continuación son algunos de esos que me han hecho quitarme el sombrero ante el último kryptoniano (bueno, según el momento no está del todo claro si es el último o no).
Curiosamente, y de esto me he dado cuenta tras repasar la lista, en los cómics que he escogido el protagonismo de Superman queda eclipsado en favor del de otros personajes, y su influencia queda reservada más bien a la de una idea o un símbolo de lo que suponen los superhéroes. Aunque es posible que esta circunstancia venga a reforzar lo que he comentado anteriormente.
El periodo de la historia de Inglaterra conocido como la época victoriana se corresponde con el larguísimo reinado de la reina Victoria, que se extendió desde 1837 hasta 1901. Fue una época de gran prosperidad para el país, pero también muy interesante desde el punto de vista social, ya que bajo la moralidad y el puritanismo imperante entre sus ciudadanos, se escondían las mayores perversiones y los crímenes más atroces.
Esta circunstancia ha propiciado que muchos autores se fijaran en aquella época para ambientar sus historias. Hoy he querido destacar cuatro cómics que retratan, cada cual a su estilo, la vida y el ambiente del Londres de mediados-finales del siglo XIX. Todos tienen en común, también, que nos cuentan cruentos asesinatos que tuvieron lugar bajo la aparente placidez de la aristocracia.
Si os interesa el tema, también hay muchas novelas ambientadas en la época, así como el divertido juego ‘El club de los martes’, que nos pone en la piel de unos aristócratas ingleses que participan en el desafío intelectual de resolver enigmáticos crímenes.
En la primera entrega de esta serie de posts dedicados a los grandes autores del cómic español, me centré en el periodo de los años 60 y 70. Ahora damos un salto atrás en el tiempo para encontrarnos con los dibujantes que formaron parte de la llamada generación Bruguera.
La editorial fue fundada en 1910 bajo el nombre de El Gato Negro. Además de publicar numerosos libros, también dedicó buena parte de su producción a los cómics. Sus principales aportaciones fueron las revistas ‘Pulgarcito’ y ‘DDT’, en las que publicaron los autores de los que voy a hablar a continuación. Estos comenzaron su carrera en los años 40, y buena parte de ellos procedían del campo de la animación, concretamente de los estudios Chamartín.
Bruguera tuvo un papel fundamental en la renovación y asentamiento del cómic español, que vivió durante estos años su época dorada. No obstante, su trato hacia los autores no fue demasiado bueno, ya que se quedaban los derechos de sus creaciones y muchas veces empleaban a autores de segunda para dibujar a los personajes más conocidos cuando sus creadores no daban abasto para satisfacer la demanda de los lectores.
Bruguera desapareció en 1986 tras ser absorbida por el Grupo Zeta, que la convirtió en Ediciones B.
¡Bienvenidos al maravilloso mundo de los cartoons! Para este fin de semana, he pensado que no hay nada mejor que reunirse frente a la tele (o más bien frente a la pantalla del ordenador) para degustar algunos dibujos animados de décadas pasadas al tiempo que ingerimos tantos panchitos como podamos.
Los cartoons son casi tan antiguos como el propio cine, y el primer ejemplo lo encontramos en ‘Fantasmagorie’, dirigido por Émile Cohl en 1908. Unos años después llegó ‘Gertie the Dinosaur’, que supuso todo un hito en el mundo de la animación. Su creador, Winsor McCay, también está detrás de uno de los primeros personajes de la historia del cómic, Little Nemo, sólo superado en antigüedad por The Yellow Kid, de Richard F. Outcault.
Desde entonces, los dibujos animados han evolucionado sin parar y nos han dejado personajes inolvidables por el camino. Por todo ello hay que dar las gracias a compañías como Warner Bros, Hanna-Barbera y Walt Disney, que dieron a luz a mitos de la cultura popular como Bugs Bunny, Piolín, Los Picapiedra, El oso Yogui o Mickey Mouse. A todos sus creadores, va dedicada esta lista.
La semana pasada os propusimos como tema de debate para la Mesa Redonda la situación actual del cómic español. Para complementar lo que estuvimos comentando allí, he decidido dedicar las recomendaciones de este finde a algunos de los mejores autores que ha dejado el 9º arte en nuestro país, y que desgraciadamente ya casi no son recordados.
La lista se extenderá a lo largo de varios posts (no necesariamente consecutivos), y para empezar me he centrado en los autores que publicaron sus principales obras entre los años 60 y 70. Me he decantado por este periodo porque me parece muy prolífico e interesante, y probablemente muy olvidado, ya que quien más quien menos, todos nos acordamos de los autores de la escuela Bruguera (Ibáñez, Escobar, Raf…) o de los que surgieron con la oleada underground de los 80 (Daniel Torres, Miguel Gallardo, Max…).
En próximas entregas, me encargaré de repasarlos también. Pero, por ahora, veamos qué obras nos dejaron estas décadas de profundo cambio en España. Desgraciadamente, muchas son difíciles de encontrar, pero creo que vale la pena el esfuerzo.
Para este finde quiero recomendar cuatro pelis de géneros diferentes, pero que tienen varios rasgos en común: su elevado grado de frikismo, sus delirantes argumentos y las toneladas de ácido que debieron de consumir sus creadores a la hora de filmarlas. Es, por tanto, un saco bastante grande en el que pueden entrar toda clase de producciones.
En la imagen podéis ver al bueno de John Waters, el director de una de las mayores locuras jamás filmada, que podréis encontrar en esta lista. La verdad es que he dudado bastante sobre el adjetivo apropiado para estas películas: ¿Frikis? ¿Desquiciadas? Finalmente me decidí por psicotrónicas, porque tiene una sonoridad que me encanta, aunque creo que precisamente la gracia de estos filmes es que no son nada fáciles de etiquetar.
Superlópez es uno de los mejores personajes que nos ha dejado el cómic español a lo largo de su historia. Aunque la corona la sigan ostentando Mortadelo y Filemón, la criatura de Jan ha envejecido bastante mejor que ellos, y sigue protagonizando historias llenas de acción, humor y crítica social.
Superlópez nació en 1973 y en un principio no pasaba de ser una parodia más del Hombre de Acero. Sus primeras apariciones se produjeron en tiras mudas y en blanco y negro que después pasarían a ser historias cortas de una página. Por aquel entonces, y hasta 1980, Jan se encargó sólo del dibujo mientras que los guiones corrieron a cargo de Francisco Pérez Navarro, alias Efepé.
Cuando dio el salto a las historietas largas, Jan, ya en solitario, pudo explotar mucho más el potencial del personaje, que se desmarcó de su referente original hasta el punto de que ya sólo tienen en común el hecho de llevar un pijama azul y los gallumbos por fuera. El encanto de Superlópez reside en muchos aspectos: en la originalidad de sus argumentos, en el trasfondo de sus historias, en los carismáticos personajes secundarios que lo acompañan y en el estupendo dibujo de su autor.
De entre los 52 álbumes que ha protagonizado en estos años (y que el 4 de febrero pasarán a ser uno más con la publicación de ‘Tú, Robot’), he escogido cinco que me gustan especialmente y que suponen una dieta de lo más saludable para estos dos días de descanso que tenemos por delante.
Ecchi es la pronunciación japonesa de la letra H, y también es una palabra que significa pervertido. Los mangas y animes ecchi son aquellos que tienen escenas con contenido erótico o picante, que no llegan a ser tan explícitas como las del hentai. Lo habitual es sugerir y provocar, y no suelen contener escenas de waka-waka.
Normalmente, estos mangas son un derivado del shonen, aunque también podemos encontrar obras seinen y shojo que cumplen con sus características. Y es que, al margen de esas escenas subidas de tono, un ecchi puede tratar cualquier clase de temática: ciencia-ficción, fantasía heroica, romance…
Para este post he escogido 5 mangas y animes ecchi que son, ante todo, humorísticos. Son obras plagadas de divertidas situaciones de enredo que cuentan la relación de un protagonista inocentón y retraído con diferentes clases de mujeres. Es decir, obras del estilo de la célebre Love Hina que seguro que todos conocéis.
Antes de que se me olvide, quiero agradecer a Ku21 que propusiera este tema. Domo arigato, tomodachi!
El cómic europeo sigue siendo una de las cuentas pendientes en nuestro país. A pesar de la fuerza y el peso que tiene el mercado franco-belga, que vende millones de álbumes cada año, a nosotros apenas nos llega un pequeño porcentaje de su producción. ¿Acaso es que sólo tenemos ojos para el manga y los cómics pijameros (el debilitado cómic español ya casi ni cuenta)? ¿O es que las editoriales no han sabido encontrar obras que nos atraigan de verdad?
Sea como sea, lo único seguro es que con tantos autores, tantos estilos y tantos géneros, por fuerza tiene que haber algo dentro del cómic europeo que interese a cada sector del público. En este post, voy a recomendar cuatro obras recientes que me parecen un buen punto de partida para cogerle el gustillo a estos cómics de formato grande y tapa dura.
Otro estupendo punto de partida es el primer número de Dolmen Europa, que espero que no sea el último. Y como por desgracia hay mil obras que desconozco y que seguramente me encantaría leer, os pido que preparéis vuestras propias sugerencias y no escatiméis en comentarios.
Si continúas usando este sitio, aceptas el uso de cookies. Más información
Los ajustes de cookies en esta web están configurados para «permitir las cookies» y ofrecerte la mejor experiencia de navegación posible. Si sigues usando esta web sin cambiar tus ajustes de cookies o haces clic en «Aceptar», estarás dando tu consentimiento a esto.