El cómic europeo sigue siendo una de las cuentas pendientes en nuestro país. A pesar de la fuerza y el peso que tiene el mercado franco-belga, que vende millones de álbumes cada año, a nosotros apenas nos llega un pequeño porcentaje de su producción. ¿Acaso es que sólo tenemos ojos para el manga y los cómics pijameros (el debilitado cómic español ya casi ni cuenta)? ¿O es que las editoriales no han sabido encontrar obras que nos atraigan de verdad?
Sea como sea, lo único seguro es que con tantos autores, tantos estilos y tantos géneros, por fuerza tiene que haber algo dentro del cómic europeo que interese a cada sector del público. En este post, voy a recomendar cuatro obras recientes que me parecen un buen punto de partida para cogerle el gustillo a estos cómics de formato grande y tapa dura.
Otro estupendo punto de partida es el primer número de Dolmen Europa, que espero que no sea el último. Y como por desgracia hay mil obras que desconozco y que seguramente me encantaría leer, os pido que preparéis vuestras propias sugerencias y no escatiméis en comentarios.
1. Blacksad
Empecemos por quitarnos el sombrero ante esta aportación hispana que, como suele ocurrir, se publicó antes en Francia que en nuestro país. Los tres volúmenes que hasta la fecha componen la historia, nos trasladan a una ciudad norteamericana de la década de los 40. A una ciudad surgida de los textos de Raymond Chandler o Dashiell Hammett, plagada de maleantes, rateros, policías, fanáticos religiosos, escritores malditos y un detective privado en horas bajas, que además es un gato.
Esta es la base de esta fábula negra creada por Juanjo Guarnido y Juan Díaz Canales. Un cómic en el que cada detalle está pensado, mimado, con viñetas que recrean escenas que nos dejarán con la boca abierta. Cada página es un curso completo de creación de cómics, en las que además descubrimos la cara oculta de las calles de una gran ciudad y de las personas que la habitan.
2. Lupus
Tras sorprender a los lectores con Píldoras Azules, que contaba la relación de un dibujante de cómics con una mujer seropositiva, el autor suizo Frederik Peeters se superó con la historia de Lupus, dividida en cuatro volúmenes publicados aquí por Astiberri. El protagonista homónimo emprende un viaje por la galaxia acompañado por su amigo Tony. Su intención es visitar numerosos planetas, pescar un poco y probar todas las drogas que se encuentren en su camino.
Peeters crea así un cocktail de diversos géneros: la ciencia-ficción, la aventura y el drama bajo el envoltorio de una road-movie. Al igual que en el resto de sus obras, lo más importante es el interior de los personajes, sus inquietudes y pensamientos. El vivaracho pincel del autor nos brinda la oportunidad de acompañarles en sus vagabundeos por el espacio, a los que se sumará Sanaa, una joven de enigmático pasado que acabará teniendo un papel importantísimo en la trama.
3. Los combates cotidianos
Tras una serie de destacadas obras humorísticas, el francés Manu Larcenet emprendió su obra más celebrada: Los combates cotidianos. Un agudo retrato de la vida cotidiana a través de Marco, un joven que busca su lugar en el mundo. Construida a partir de pequeños episodios que en ocasiones pueden parecer irrelevantes, el autor va diseccionando el día a día de un personaje que podría ser cualquiera de nosotros.
La obra tiene muchas cosas a favor. Por un lado, que su tono reflexivo no destierra al humor ni cae en la ñoñería. Por otro, que el autor elude con elegancia los tópicos al afrontar temas esenciales de la vida como la amistad, la paternidad o las relaciones de pareja. Por ahora, Norma ha editado cuatro volúmenes de la serie que han cosechado varios premios en diversos salones del cómic.
4. Albatros
De las cuatro obras que he comentado hoy, esta es la única que no se ha publicado aún en nuestro país, aunque puede que no tarde mucho en llegar, ya que ha sido Glénat la encargada de publicarla en Francia. Albatros nos cuenta la historia de Ombeline, una joven bailarina de cabaret que, harta de las vejaciones y los maltratos que sufre en el local donde trabaja, decide huir acompañada de una amiga.
La acción transcurre en un país imaginario (aunque claramente inspirado en las calles de la vieja Europa) en el que, por alguna razón, las aves se han vuelto peligrosas y violentas. Los habitantes del lugar sufren los continuos ataques de bandadas de gaviotas y albatros, como si se tratara de Los Pájaros de Hitchcock. Durante su huida, Ombeline afrontará estos y otros peligros, y se encontrará con personajes a cual más peculiares.
El cómic, escrito y dibujado por Vincent, destaca especialmente por su precioso apartado visual, tanto en el diseño de los personajes como de los escenarios.
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