No sólo de creadores vive el arte, detrás de ellos hay otras muchas personas que las fomentan, las impulsan y hacen posible que muchas obras se trasladen desde la mente del creador hasta el papel o el celuloide. El pasado jueves, 4 de diciembre, murió una de estas personas, murió Forrest J. Ackerman.
Ackerman fue uno de los principales impulsores de la ciencia ficción, autor de relatos cortos, socio y fundador de numerosas sociedades de Ciencia Ficción y/o Fantasía, editor de revistas sobre el género, agente literario de Isaac Asimov (saga de La Fundación) y descubridor (además de agente) de Ray Bradbury (Farenheit 451, Crónicas Marcianas…).
Entre los trabajos más notables de Ackerman están la creación de Vampirella y de la revista Famous Monsters of Filmville, en donde pretendía acercar la ciencia ficción al público juvenil. Pero ante todo, Forrest J. Ackerman era fan y coleccionista. Poseía una de las mayores colecciones privadas de libros, revistas y objetos de ciencia ficción, fantasía y terror y la mostraba orgulloso todos los sábados por la mañana.
En definitiva, Forrest J. Ackerman era uno de los nuestros. Descanse en Paz.
Vía | The Hollywood Reporter