2013-2023. 10 AÑOS FANCUEVANDO
IV. Nausicaä del Valle del Viento

‘Una carta para Yodo’, abrumadora belleza

Es una constante que, en uno u otro lugar de la vasta oferta anual que nos llega a los coleccionistas por parte de las editoriales, se repite todos los años. Nos referimos a esa lectura de la que no conoces nada, que llega por sorpresa a tu hogar por la razón que sea —la has visto y hojeado en tu tienda especializada y te ha capturado, alguien ha pensado en ti y te la ha regalado, has leído alguna reseña y has pensado que habrá que darle una oportunidad…— y que, de repente, te deja completamente atónito, perplejo, boquiabierto y patidifuso. Tanto, que no sólo comienzas a recomendarla de forma activa a todo aquél que quiera escucharte, sino que incorporas a su autor/a a las nutridas filas de aquellos/as que hay que seguir de forma obligada y, por supuesto, das por abierta la veda para empezar a rastrear de manera desaforada cualesquiera títulos que el/la responsable de tan maravillosa experiencia lectora haya cuajado antes o después del libro que tienes en las manos. Huelga decir que a ese esquema se pegaba ‘Una carta para Yodo‘ cuando llegaba a las de este redactor…a las manos de este redactor, quiero decir, allá por mediados de diciembre.

Bien es cierto que de entre las opciones de esa «llegada por sorpresa a tu hogar» no está incluido el que te lo haga llegar la editorial responsable de publicarlo para que des cuenta de él y, después, redactes estas líneas pero, por lo demás, el libro firmado por Jim Bishop se aviene punto a punto a lo que he indicado en el párrafo anterior: después de terminarla y quedar absolutamente maravillado por lo que en ella se plantea, tanto a nivel gráfico como argumental, comencé a predicar de sus virtudes a los oídos que quisieron escucharme o a los ojos que, inadvertidos, fueron a encontrar al francés entre los Premios Fancueva 2022. También por supuesto, añadía al artista a la ya considerable lista de «autores de los que hay que tener todo» y empezaba, por supuesto, el proceso de rastreo de obras previas o posteriores, intentando hacerme con sendas copias de ‘Nubo, le gardien nuage‘ —imposible de encontrar a un precio razonable— y ‘Mon ami, Pierrot’, que espera paciente en la «sección» de lecturas pendientes de las estanterías de mi estudio a una próxima lectura. Y todo ello, después de «tan sólo» 208 páginas pero…¡¡¡qué 208 páginas!!!

‘Una carta para Yodo’ es uno de esos tebeos que conquista primero, y perpetua dicha conquista, por una faceta visual que es, lo decimos en el titular, de una belleza abrumadora. No podemos pasar por alto, por mucho que, de seguro, sea un comentario que ya hayáis leído en algún otro punto de la red de redes, que los postulados gráficos y cromáticos de Bishop acercan a este cuento a aquellos que Ghibli —y sobre todo su más brillante exponente, Hayao Miyazaki— llevan regalándonos desde los años 80. Pero en lugar de ceñirse a ellos y hacer de esta lectura un apasionado homenaje a los planteamientos de la productora nipona, Bishop usa éstos como cimiento sobre el que construir un estilo maravilloso preñado de una imaginación desbordante que construye, a lo largo de la narración, un universo al que nos encantaría volver a viajar a través de una historia diferente en el futuro: en la magnífica reproducción que La Cúpula hace de las páginas del trabajo del autor —unas páginas que se benefician, y cómo, de la impresión sobre papel de alto gramaje mate—, encontramos todo tipo de criaturas fantásticas insertas en un lore espectacular que, rayando cierto surrealismo, jamás se nos antoja extraño o, mucho menos, antipático.

Y esa última cualidad, cuidado, no sólo es debida a la manera en la que Bishop trabaja escenarios, personajes, cachivaches, expresiones faciales y un conjunto al que se le queda bien corto el apelativo de maravilla. No, unido a él, hay en ‘Una carta para Yodo’ la férrea voluntad de ofrecer al lector un relato que juega al noir, planteando un misterio que nos tendrá en vilo durante la práctica totalidad de su extensión, pero que, en el fondo, quiere ir mucho más allá, posicionándose como una pieza coming-of-age que habla de muchas cosas pero que tiene su alma puesta en el duelo y en cómo gestionamos la pérdida de alguien cercano. En ese sentido, Bishop no se anda con ambages y golpea con aplastante fuerza nuestros sentimientos, haciendo que la congoja haga presa de nuestros corazones a poco que nos impliquemos en la historia de Yodo y Rebecca—y ya os adelanto que es imposible no implicarse—, y no debería extrañaros, a nosotros nos pasó, terminar enjugando lágrimas derivadas de la inmensa carga emocional que este poético tebeo pone en juego. ¿A qué esperáis para dejaros conquistar por Yodo y su mundo?

Una carta para Yodo

  • Autores: Jim Bishop
  • Editorial: La Cúpula
  • Encuadernación:Rústica con solapas
  • Páginas: 208 páginas
  • Precio: 27,50 euros
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UNA CARTA PARA YODO
  • Jim Bishop (Author)

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