'Saga Integral Volumen 3', amor (y odio) interplanetario

Planeta Cómic parece haberle pillado el truco a esto de los volúmenes integrales y ya lleva un tiempo recuperando en este estupendo formato algunas de sus series más aclamadas y vendedoras. No es de extrañar el ver como algunas series pasan por distintas dimensiones (grapa, tomo en tapa dura tamaño estándar…) hasta alcanzar el “todopoderoso” integral. ‘Los Proyectos Manhattan’, ‘Chew’, ‘Paper Girls’ o la multipremiada ‘Saga’ de la que nos llega el tercer volumen (y hasta que no pase un tiempo no veremos otro más ya que la serie ha sufrido algún que otro parón en los Estados Unidos). La historia de amor intergaláctico entre Alana y Marko es una de las joyas que podemos encontrar en el extenso catálogo de la editorial y no es ninguna sorpresa el ver el empeño que ponen para hacernos llegar la mejor versión. Contar con Brian K. Vaughan como autor es todo un seguro de ventas y muchos confían en una futura adaptación televisiva que renueve el interés por los personajes y por un comic que desde su primera entrega ha gozado del favor de los aficionados y crítica repitiendo de esta forma el fenómeno que hemos vivido con otro clásico inconmensurable como es ‘Sandman’. Mientras llega y no, lo mejor que podemos hacer es sumergirnos en una lectura sobresaliente con este tercer integral de la colección.

A estas alturas de la trama, pocos van a esperar una historia romántica que finalizara con el “…y comieron perdices”. Recapitulemos un poco. ‘Saga’ bien podría ser un ‘Romeo y Julieta’ moderno enmarcado en un paisaje fantástico-espacial, una relación arriesgada que tendrá sus altibajos como cualquier otra en la que el enamoramiento inicial deja paso a las rencillas diarias. El paso del tiempo es lo que tiene. Ambos suponen la única unión bien avenida entre un miembro de la sociedad tecnológica Landfall y otro de Wreath, satélite del primero y con habilidades para usar la magia. Las cosas empezaron a mejorar al finalizar la anterior entrega, momento en el que pudimos ser testigos de la reconciliación entre los dos amantes que los llevarán hasta Phang, un cometa sin rumbo definido pero donde los problemas seguirán estando a la orden del día. No podemos olvidarnos de la pequeña Hazel, hija de la pareja que consigue escapar del centro de enseñanza en el que permanecía recluida. Para esta nueva aventura vamos a volver a contar con la presencia del apreciado Príncipe Robot IV, la niñera Izabel y Petrichor, una mujer encerrada en el cuerpo de un hombre que tuvo algo que ver en la liberación de Hazel.

En las primeras páginas del volumen vamos a encontrarnos con un Vaughan más serio de lo habitual, mostrándonos la parte más cruda y despiadada de la guerra al centrar el foco de atención en los refugiados que origina cualquier conflicto. Aunque no se olvida de la dinámica habitual de la serie, con ese elenco de personajes tan particular que termina por hacerla única. La ex-esposa de Marko, Gwendolyn, que ha rehecho su vida junto a una mujer, la Gata Mentira, Sophie, La Voluntad (de la que conoceremos más acerca de su infancia), la foca Ghül o los inquietantes Ianthe y Gale; elementos todos ellos que aportarán su granito de arena al interés general. El guionista de Cleveland sigue utilizando a Hazel como voz narradora, haciendo de sus divertidos y lapidarios monólogos el motor para que avance la acción. Como no podía ser de otra forma, la labor gráfica vuelve a recaer sobre la canadiense Fiona Staples cuyo inconfundible estilo vuelve a retratar a la perfección toda esa atmósfera “galáctica” y familiar, un trabajo, este, que le ha catapultado hasta lo más alto de la industria. Afortunadamente para todos, la temporada sabática de la que gozaron Vaughan y Staples ha llegado a su fin y desde hace poco la serie ha vuelto a las librerías para disfrute de todos sus seguidores. Es de esperar que muy pronto tengamos noticias al respecto desde Planeta Cómic.