'Motorista Fantasma Cósmico 1', a una galaxia de Cates

Salido de la febril y muy productiva imaginación de un Donny Cates cuya continuada ausencia en la escena estadounidense no podemos sino lamentar a diario —esperamos, por supuesto, que su recuperación sea completa cuanto antes y que el tebeo yanqui recupere a una de sus mejores voces—, ese Frank Castle del futuro que, por avatares que no desvelaremos, termina convirtiéndose en la encarnación cósmica del espíritu de la venganza fue tan buen golpe de efecto como todos los que, durante su estancia en el rinconcito estelar del Universo Marvel, acumuló un Cates que sólo tuvo ideas geniales y/o maravillosas para con Thanos, Estela Plateada, los Inhumanos o los Guardianes de la Galaxia. Y, claro, en la siempre mercantil mentalidad de Marvel, si algo había funcionado…¡¡había que seguir explotándolo!! Y bajo esa perspectiva es como encontramos este volumen que, firmado por Stephanie Phillips al guión y los españoles —y asturianos para más señas— Guiu Vilanova y Juann Cabal a los lápices, coge a la creación de Cates y la somete a lo que ya estamos más que acostumbrados a ver en La Casa de las Ideas, a una despersonalización completa que lo que ofrece, a la postre, es una lectura más, de esas que tan pronto se lee, tan pronto se olvida.

La responsabilidad de dicha cualidad no recae tanto en sendos artistas que se defienden con soltura dentro de los parámetros de lo que cabe esperar en un tebeo de superhéroes como de una guionista que no logra rescatar para estas páginas casi ningún átomo de los muchos que hacían al personaje un instante de genialidad creativa de la mano de Cates. Así las cosas, el encuentro de una versión cósmica del Motorista Fantasma que se ha retirado de su vida de venganza, con una suerte de versión de sí mismo que está sembrando caos y muerte allí por donde pasa, se salda, como digo, con tantos tropos y lugares comunes, no ya del tebeo de superhéroes, sino del género de ciencia-ficción, que poco tiempo habrá pasado después de haber comenzado la lectura hasta que hayáis desconectado de la misma y continuéis por inercia para ver qué desenlace tiene el embrollo en el que Phillips envuelve al protagonista a sabiendas de que, ¡oh bendita continuidad y sagrado estatus quo!, nada cambiará…al menos drásticamente. En fin, como decíamos antes, lo habitual del Universo Marvel…nada por lo que ofuscarse. ‘Nuff said!!!!