Ni el aficionado más entusiasta y optimista podía presagiar que la reciente cabecera del gigante esmeralda, esa que guionizó Al Ewing e ilustró, en su mayoría, Joe Bennet, llegaría a convertirse en una de las etapas y colecciones más alabadas de la historia de La Casa de las Ideas. Ewing no pasaba de ser un guionista que hacía bien su trabajo pero no conseguía despuntar en ninguno de sus proyectos y el estilo de Bennet siempre era relacionado con el utilizado en el género superheroico allá por la década de los noventa. Con unos precedentes como estos, lo dicho, poca esperanza había en esta nueva andadura. Sin embargo, una vez que los cómics fueron apareciendo mes tras mes, rápidamente se convirtió en uno de los favoritos de crítica y fandom. Por estos lares, a pesar de ser un personaje de los catalogados como “poco vendedores”, se repitió el mismo resultado hasta el punto que Panini lo incluyó en la primera oleada de títulos que formarían parte de la exitosa línea Marvel Premiere. En un tiempo record tenemos la colección prácticamente recopilada en este formato, su última entrega, este ‘El Inmortal Hulk Volumen 7: Hulk es Hulk’ supone un escalón en ese repaso por las vidas pasadas de muchos de los personajes protagonistas de la historia, recordando momentos vitales que tendrán su peso específico dentro de la trama principal.
Para abrir boca, Ewing se saca de la manga una trama en la que se va a poner de manifiesto el poder que la hipnosis puede tener sobre la mente de las personas. El control mental que el extraterrestre Xemmu del Planeta Mágico va a ejercer sobre la gente era algo completamente inesperado. Todos lo recuerdan por la afabilidad y simpatía que mostraba en el programa televisivo que se exhibía los sábados por la mañana. Todo se trataba de una estrategia para ocultar sus verdaderas intenciones, un plan maléfico que incluye hipnosis en masa y un objetivo destructivo para dejar nuestro planeta hecho añicos. ¿Quién es el único que se ha dado cuenta de todo esto? Nuestro Gigante Esmeralda se convertirá en la única opción de salvación. Sin tiempo para coger aire entra en escena otro peso pesado de la galería de villanos de Hulk, Samuel Sterns, El Líder, archienemigo y némesis del personaje, se va a convertir en el centro de un episodio en el que se nos narra, como si de un diario se tratara, una progresión de las distintas muertes y fases por las que ha pasado. Un paseo por todas las oportunidades que ha tenido para tumbar a Banner y que prepara el terreno para un nuevo combate entre ambos. Para terminar de arreglar la situación, entra en escena un Brian Banner, padre de Bruce, que lo atormentará con apariciones dentro de la cabeza del doctor recordando los maltratos sufridos por su parte durante su infancia. Ewing sigue en tan buena forma como siempre, entregando unos guiones originales y efectivos que funcionan a la perfección. La presencia de Bennet va a estar más limitada y se recurre a manos amigas como las de Javier Rodríguez, Nick Pitarra, Butch Guice o Mike Hawthorne. Todo sigue igual, relatos terroríficos diseñados con precisión quirúrgica para disfrute del lector y que convierten a este Inmortal Hulk en una de las mejores encarnaciones que ha tenido el personaje a lo largo de la historia. Seguimos.
Marvel Premiere El Inmortal Hulk Volumen 7: Hulk es Hulk
- Autores: V.V.A.A.
- Editorial: Panini Cómics
- Encuadernación: Rústica
- Páginas: 136 páginas
- Precio: 12,00 euros