‘Marvel Héroes Capitán América de Mark Gruenwald: El Capitán’, dos por el precio de uno

Leyendo tebeos como los contenidos en este ‘Marvel Héroes Capitán América de Mark Gruenwald: El Capitán’ nos damos cuenta de la cantidad de cambios que pueden llegar a sufrir algunos personajes “importantes” como puede ser el encarnado por Steve Rogers. Bien es cierto que, al tratarse de un abanderado (nunca mejor dicho) de La Casa de las Ideas, no han sido pocas las batallas en las que se ha visto envuelto, algo que siempre tiene consecuencias a la hora de marcar psicológicamente al sujeto en cuestión. Nuestro patriota favorito ya tuvo su momento de duda y depresión tras la clásica saga del Imperio Secreto, esa en la que descubría que la mente pensante tras la organización criminal era un alto cargo del Gobierno estadounidense. Una revelación  así hace que te plantees muchas cosas, tantas como para cambiarte la identidad a la del Nómada, un freelance de la justicia que no se identificaba con ninguna bandera.

Pues bien, tuvieron que pasar algunos añitos (nos encontramos en 1987) para que se volviera a repetir la misma situación, esta vez con el señor Mark Gruenwald de guionista. El bueno de Steve volvía a verse en la tesitura de tener que elegir identidad, esta vez ocasionado por razones distintas. Bien es cierto que habrá dilemas morales por medio, algo muy utilizado por los escritores de este personaje en concreto que saben el juego que da este tipo de circunstancias. Así que ¡adiós Capitán América! y ¡hola Capitán!,  a secas, sin colores norteamericanos que valga, aunque sí que podrá hacer gala del espíritu de la libertad con el que tanto se identifica. Pero, si Rogers es el Capitán, ¿quién se ha enfundado el anterior traje? El de toda la vida. ¿De dónde ha salido ese tal John Walker que no sabe ni lanzar el escudo? La cosa se pone mucho más interesante si atendemos a otro tipo de detalles basados en la personalidad de cada uno de los personajes.

Para empezar, algo tan importante como es el lugar de nacimiento, influirá en el comportamiento que cabría esperar de cada uno de ellos. Walker (conocido anteriormente como Súper Patriota y, actualmente, El USAgente) es originario de Georgia, un estado sureño, por lo que sus actos estarán basados en unos ideales algo más “rancios”, no siendo tan “abierto de mente” como podría ser Rogers. Vamos, desde Marvel se propusieron llevar a cabo algo bastante descabellado como es el hecho de ver reflejado en el recién llegado todo aquello de lo que huía Rogers. Claro está que, ya a toro pasado, sabemos que Steve volverá a enfundarse el traje de las barras y estrellas (el azul, rojo y blanco, obviamente) pero todo lo que vivirá durante este episodio tendrá consecuencias que perdurarán incluso tras la marcha de Gruenwald del título. De aquí se desprende la importancia que tienen estos comics para la historia particular del personaje, algo que Panini sabía de sobra y, por eso, ha decidido “meterle mano” a una etapa demandada por los aficionados desde hacía tiempo.

Para todo aquel que aún tenga dudas sobre el interés de este volumen, como curiosidad, podemos encontrar lo que sería el origen de cierta Guerra Civil que enfrentó a todo el Universo Marvel. Todo ello se debe a la participación de El Capitán en “La Guerra de las Armaduras” otra saga mítica protagonizada por Iron Man y en la que la amistad entre Steve y Tony empieza a tener ciertos altibajos. Es precisamente en este punto en el que va a surgir el primer desencuentro entre los dos personajes, sembrando así la semilla de lo que sería el conflicto mencionado. Aún nos queda bastante por disfrutar de esta grandísima etapa ya que el guionista de Wisconsin se mantuvo al frente de la colección bastante tiempo, desarrollando episodios que pasarían a formar parte de la Historia de Marvel. Contará además como los dibujos de Paul Neary, Tom Morgan y Kieron Dwayer, autores de esos que hemos visto en infinidad de tebeos y cuyo trabajo siempre ha sido infravalorado por muchos lectores. Desde aquí solo podemos esperar con ansias la próxima entrega ya que el entretenimiento está más que asegurado.

[Grade — 8.50]