‘Marvel Héroes Capitán América de Mark Gruenwald  Vol. 3: La Búsqueda de la Gema de Sangre’, a la vieja usanza

Los seguidores del abanderado de La Casa de las Ideas, en el sentido más literal de la palabra, no podemos quejarnos de las etapas que hemos podido disfrutar en los últimos años. Ha habido de todo y para todos los gustos, desde la firmada por Ed Brubaker hasta la actual de Ta-Nehisi Coates pasando por Mark Waid, Rick Remender o Nick Spencer, al bueno de Steve Rogers lo han hecho pasar por todo tipo de aventuras, muerte incluida. Todas ellas, en su mayoría, teñidas de un tono de seriedad que convertía al personaje en un paradigma de comic superheroico para adultos y bastante trascendental. No está mal para los tiempos que corren, toda una actualización de conceptos que consiguió convencer a muchos de los lectores que habían estado ahí desde el principio. Pero no podemos olvidarnos de todos esos relatos previos que pusieron la base para que todos estos autores pudieran desarrollar sus guiones, tebeos algo más ingenuos pero cargados de buenas intenciones y momentos inolvidables que consiguieron quedarse en la memoria colectiva de cualquier marvelita de pro. Muchos de esos tebeos pueden ser encontrados en el interior de este tomo que Panini puso a la venta hace algunos meses, un ‘Marvel Héroes Capitán América de Mark Gruenwald  Volumen 3: La Búsqueda de la Gema de Sangre’, más de quinientas páginas de puro entretenimiento que recuperan parte de la etapa en la que el guionista estuvo al frente de la serie durante diez años. 

El guionista de Wisconsin consiguió crear una mitología única, sacándose de la chistera personajes como el USAgente o Calavera y volviendo a poner en su sitio otorgándole la grandeza que habían perdido por el camino a villanos tan ilustres como Cráneo Rojo, Barón Zemo o La Sociedad Serpiente. Cosa seria. Para añadir más atractivo al presente volumen habría que informar que el contenido no ha sido reeditado en nuestro país desde que viera la luz por primera vez hace ya más de treinta años, en aquellos experimentos editoriales como los famosos “Marvel Two-in-One” en el que el protagonismo se repartía entre dos personajes (en este caso, junto a Thor) o “Grandes Sagas Marvel”, volúmenes de gran grosor en los que se encontraban colecciones que no pasaban por muy buen momento de ventas. El trabajo de Gruenwald con el Capitán (y con todo personaje que pasara por sus manos) no podía ser más respetuoso con todo lo escrito anteriormente por otros autores y, al mismo tiempo, intentaba actualizar el contexto de sus historias, sumergiéndolo en algún tipo de conflicto relacionado con la situación que se podía vivir en aquellos días. Para conseguir todo esto tiraba de continuidad a base de bien, rebuscando en el pasado y trayendo de vuelta a secundarios sobre los que se apoyarían muchas de sus tramas. 

Tendría también la suerte de trabajar con un Capitán América en horas bajas, habiendo perdido bastante peso en la editorial debido a las bajas ventas que arrastraba, hecho que le proporcionó una libertad creativa que siempre favoreció sus ideas ya que lo le pasaba al Capi poco o nada importaba a las altas esferas. No van a faltar las conspiraciones de turno, un recurso que siempre le ha sentado muy bien al héroe de las barras y estrellas y que, mezcladas con un poco de SHIELD y Nick Furia, alcanzan cotas de interés bastante importantes. Incluso vamos a ver por estas páginas a Sersi, miembro de Los Eternos y que rejuvenecerá a Steve para poder investigar ciertas desapariciones de adolescentes que están teniendo lugar. Y llegamos a la mítica saga de “La Gema de Sangre”, un relato que, por increíble que les pueda parecer, cuenta con todos los elementos de una película de aventuras a lo “Indiana Jones”. Iguana, Barón Zemo, Zaran, Machete, Batroc…todos aportan su granito de arena para que la saga se convierta en uno de los momentos más recordados del personaje. Si hasta vamos a poder disfrutar de la presencia de La Momia Viviente, versión marvelita del clásico monstruo de terror. Para finalizar, contamos con los números correspondientes a “Actos de Venganza”, aquel invento made in Byrne en el que los villanos cambiaban a sus respectivos objetivos heroicos con los que enfrentarse. Todo un tour de force de entretenimiento ilustrado por algunos nombres clásicos de la editorial, gente como Kieron Dwyer, Ron Lim, Mark Bagley Al Milgrom, Mark Bright o Rick Buckler. Pocas señales de agotamiento vemos hasta el momento, una muy buena noticia si tenemos en cuenta que aún nos quedan bastantes comics por delante para despedirnos del señor Gruenwald.