COMIC SCENE: Las Lecturas de Fancueva
V. Kingdom Come

‘Juez Dredd 1981-1985’, justicia, humor y brutalidad

Al margen de un contundente volumen publicado por IDW en Estados Unidos hace más de una década que se destinaba a recoger la totalidad de lo que Brian Bolland produjo para el personaje creado por John Wagner y Carlos Ezquerra —porque, a ver, si sólo voy a tener un volumen, qué menos que sea lo mejor que se ha producido ¿no?—, mis contactos con el expeditivo Juez Dredd de Mega City 1 se han limitado, exclusivamente, al mundo del séptimo arte a través de las dos producciones que, con muy diferentes resultados, han querido asomarse a la distopía que lleva casi cinco décadas haciendo las delicias de los muchos fans que acumula a uno y otro lado del Atlántico. Para aquellos que no las conozcáis —aunque se me hace difícil creer que haya alguien que no las conozca—, esas dos producciones son las que dirigieron Danny Cannon en 1995 con Sylvester Stallone en la piel del rudo protagonista y aquella que comandó Pete Travis en 2012 con Karl Urban como el agente dispuesto a todo por hacer cumplir la ley en una megalópolis que tiende a querer quebrarla en cada esquina: ridícula aunque con un diseño de producción bastante correcto y una banda sonora de Alan Silvestri que era mucho más épica que cualquiera de las escenas que sumaban sus 96 minutos, la cinta de Stallone no le llega ni a la altura del betún a la descarnada bestialidad y al preciso ajuste que, para con la idiosincrasia del personaje, hace una ‘Dredd‘ en la que que hay que aplaudir muchas cosas, desde las formas en las que el cineasta dirige la acción hasta un monolítico Karl Urban que no se quita el característico casco en ningún momento del metraje, algo característico de los tebeos.

Así las cosas, era una curiosidad suma la que predominaba sobre cualquier otra disquisición cuando me dispuse a dar cuenta del primer volumen de los dos en los que Dolmen recogerá la totalidad de las tiras de prensa publicadas en Reino Unido entre 1981 y 1987 con Juez Dredd como protagonista. Una curiosidad que se ha visto recompensada, con creces, por un material que me ha dejado bastante impresionado, ya por la tonalidad que en él imprimen John Wagner y Alan Grant, ya por lo que respecta a un espectacular Ron Smith, un artista completamente desconocido y que, en estas muchas viñetas que conforman el volumen de más de doscientas páginas, despliega toda una serie de recursos geniales que empiezan por su magnífico trazo, amable y muy en la línea de uno de los mejores dibujantes británicos de todos los tiempos —Alan Davis, por si alguno se lo está preguntando— y terminan por la economía de medios que, impuesta por los guiones, encuentran en su traducción a estructuras narrativas la que, sin duda, es mejor baza de este tomo apaisado.

Esa economía de la que hacen gala John Wagner y Alan Grant se traduce en que, en un 90% de su contenido, este volumen se componga de pequeñas historias auto-conclusivas que responden en su totalidad a los mismos parámetros: Dredd se topa de bruces con algún indeseable miembro de Mega City 1 incumpliendo la ley y lidia con él de la manera más categórica e inmisericorde posible. Cabría pensar que, bajo ese rígido esquema, la monotonía y el cansancio de ideas hace rauda aparición en las tiras y que, más allá de un puñado limitado de las primeras páginas, hay aquí lugar para poco de lo que disfrutar. Cabría pensarlo, sí, y nos estaríamos equivocando por completo: echando mano de un catálogo interminable de crímenes que van desde lo más mundano a lo más imaginativo, Wagner y Grant tienen traca para rato y, dejando de lado alguna salvedad aislada, la norma generalizada de estas planchas es no cesar en el empeño de sorprender al lector, sobre todo por la siempre hilarante displicencia con la que Dredd lidia con quien se le ponga por delante, sea éste o ésta quien sea.

Desde la simplicidad y carencia de ambición de sus propósitos, ‘Juez Dredd 1981-1985‘ es uno de esos volúmenes que, cuando queréis daros cuenta, han pasado por delante de vuestra mirada sin que hayáis tenido noción del discurrir del tiempo, ocupados como habéis estado de reíros a placer y de que la mandíbula no se os descuelgue más de la cuenta por el alcance de las burradas en las que incurren, una y otra vez, estas espléndidas tiras. Vamos, que con toda honestidad os decimos que, al margen de la casi obligatoriedad de contar en vuestra tebeoteca con lo que el artista de ‘La broma asesina’ cuajó a finales de los 70 para el personaje, este tomo —y el segundo que completará el material publicado en la pérfida Albión— son un auténtico MUST para quiénes quieran tener lo mejor que se ha publicado de Juez Dredd. Dictada queda nuestra sentencia.

Juez Dredd 1981-1985

  • Autores: John Wagner, Alan Grant y Ron Smith
  • Editorial: Dolmen Editorial
  • Encuadernación: Cartoné
  • Páginas: 232 páginas
  • Precio: 31,90 euros
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