Dos años han transcurrido desde la última vez que Christophe Bec salió a relucir en estas líneas. En aquél momento, de mano de Yermo y de su edición de ‘Sarah‘ las apreciaciones sobre el trabajo del guionista francés se quedaron más en lo positivo que en lo negativo, dejando en suspenso si la irregular trayectoria del prolífico escritor volvería a derroteros decepcionantes como tantas otras veces había hecho en el pasado o si, por el contrario, encontraría Bec ideas que le condujeran por senderos menos trillados. Algo más de veinticuatro meses más tarde, el artista se presenta, de nuevo por intercesión de Yermo, con una propuesta que, dejando ciencia-ficción y fantasía cogiendo polvo en un oscuro rincón, da un salto al western para sorprendernos, y MUCHO, con este primer álbum de ‘Gunfighter’.
Que nos haya sorprendido no quita para que nos haya cegados y no seamos capaces de apreciar lo mucho que bebe Bec de las mil y una historias que nutren tan fértil género como es el de las historias de «cowboys». Pero ese mismo argumento podría utilizarse, a grandes rasgos, para caracterizar al 90% de lo que el mundo de la viñeta ha llegado a ofrecer en este territorio; un 90% que, huelga decir, incluiría incluso a los más granados ejemplos que ha cultivado el noveno arte cuando ha mirado al lejano oeste estadounidense y que, no obstante, ahí está en lo más alto de su particular Olimpo. Una posición a la que este ‘Gunfighter’ parece querer aspirar en una entrega inicial que arranca con determinación y solidez, ofreciendo Bec un recital de muy buen conocimiento de los más funcionales tropos del género para urdir un entramado en el que, al margen del talante de anti-héroe del protagonista —acaso la mayor constante del western desde que nació—, hay cabida para veteranos y muy carismáticos vaqueros, féminas determinadas, terratenientes que sólo piensan en añadir más a sus fincas y ladinos cuatreros cuyo único interés es servir a las órdenes del mejor postor.
En medio de todo ello, como digo, ‘Gunfighter’ echa mano de un personaje que hubiera estado confeccionado a la medida del mejor Clint Eastwood; uno de esos tipos solitarios, curtidos en más batallas de las que estarían dispuestos a admitir, de una talla moral incuestionable y cuyo sentido de la justicia —tan certero como en ocasiones cruento y salvaje— les ha metido, y les sigue metiendo, en severos embrollos. Bec sabe sacar magnífico partido de la particular encrucijada en la que sitúa a su protagonista, pero aún más lo hace Michel Rouge, un veterano en las polvorientas y áridas tierras del oeste que, sin lugar a dudas, es la baza determinante que consigue alzar a ‘Gunfighter’ por encima de la media: la experiencia del artista en títulos como ‘Comanche‘ o ‘Marshal Blueberry‘ se deja sentir, y de qué manera, en unas planchas portentosas, con personajes que en sus manos adquieren infinitos matices y con escenarios que evocan sin ambages toda la épica de un género que siempre echaremos en falta en la gran pantalla pero que, al parecer, seguirá siendo fuente inagotable de alegrías en la página impresa.
Gunfighter vol.1
- Autores: Christophe Bec y Michel Rouge
- Editorial: Yermo Ediciones
- Encuadernación: Cartoné
- Páginas: 56 páginas
- Precio: 16 euros