'Fuerza V: La colección completa', féminas con poder

En su momento, cuando hablé de las ‘Secret Wars‘ de Jonathan Hickman, fui muy vehemente en deshacerme en elogios con respecto a lo que el guionista lograba levantar como colofón a su larga y espléndida estancia a bordo del timón de ‘Los Vengadores‘. No en vano, el derroche de genio creativo que Hickman gastaba en la reinvención del clásico título de los 80 de la Casa de las Ideas, se alza hoy, a varios años vista y ponderando todos los eventos que vinieron antes de él y, sobre todo, los que han venido después, como un hito indiscutible de lo que Marvel ha ofrecido a sus lectores en lo que llevamos de siglo. Y, como todo evento que se precie, durante el tiempo que tardaron en aparecer los ocho números que lo compusieron, hubo lugar a toda clase de satélites que explotaban el concepto del Mundo Batalla al que Muerte llevaba a todos los héroes de la editorial. Uno de esos satélites fue ‘A-Force‘, serie de marcado carácter femenino apadrinada por G. Willow Wilson en el que una alineación de algunas de las superheroínas más destacadas del Universo Marvel luchaba por defender el territorio en el que vivían en tan belicoso microcosmos. Recogida ahora por Panini en un Deluxe junto con lo que la intentona de serie regular de ‘Fuerza-V‘ llegó a dar de sí, este volumen es, entre otras cosas, una muestra muy evidente de lo peor y lo no tan malo de lo que la continuidad y el tebeo de superhéroes versión Marvel es capaz de ofrecer hoy en día.

En la parte positiva, porque la tiene, aunque sea muy limitada, tenemos, de un lado, el muy eficaz dibujo de Jorge Molina y la creación de Singularidad, una misteriosa chica que aparece de la nada y que, con tremendos poderes, tendrá un enorme protagonismo a lo largo, no sólo de la miniserie original sino de lo que vendrá después de ella. Lamentablemente, saliendo de esas dos áreas, poco más hay que destacar de un conjunto que funciona a golpe de «porque sí», que avanza echando mano de recursos que se mueven entre lo inane y lo incomprensible, que es demasiado obvia en lo que respecta a poder anticiparse a por dónde discurrirán los acontecimientos, que tiene instantes que rayan la vergüenza ajena —ese tiburón…¿en serio?— y que nos hace plantearnos si lo que Willow Wilson ofreció con su grandiosa etapa en ‘Ms. Marvel‘ —Kamala Khan, no Carol Danvers— fue una enorme alineación de astros. Porque, no sólo por esta ‘Fuerza V’ sino por otros puntos cardinales de la producción de la guionista, tanto para Marvel como para DC, cuesta creer que la escritora que hemos conocido después, sea la misma que nos enamoró con la creación del universo que rodeó a la creación de Kamala.

Sea como fuere, son estas casi 400 páginas de tebeo, una de esas lecturas que tan pronto se hacen, se olvidan; que demuestran que la práctica de los tie-ins es una de la que casi nunca —por no decir nunca— sale nada que valga realmente la pena leer —me atrevería a apuntar a algunos de los títulos que rodearon al ‘Death Metal‘ de DC como uno de los pocos instantes en que esto no se ha cumplido— y que no hace sino reforzar la impresión personal de que, en Marvel…y en DC para el caso…la mercadotecnia y denodada búsqueda de nuevas fórmulas para vender tebeos ha terminado incurriendo en un descomunal río de mediocridad. ‘Nuff said!!!