Por mucho que los espacios de noticias se esfuercen en acercarnos a la enorme tragedia que siempre supone un conflicto armado para todos los implicados y, sobre todo, para la población civil que, atrapada en el fuego cruzado, ve obliterado de manera sistemática su derecho a la vida; el alcance de lo que las cámaras y reporteros llegan a poder recoger nunca es capaz de dotar a esos pocos minutos de pantalla de una cualidad lo suficientemente tridimensional como para que los percibamos como algo más que, eso, una mera sucesión de imágenes truculentas que, cebándose en lo más impactante, no hacen sino rozar la superficie de un hondo océano.
Sin que esto quiera indicar en ningún momento mi disconformidad para con la profesión de corresponsal o reportero de guerra —antes bien, admiro profundamente el valor, el coraje, la determinación y el estómago que hacen falta para poder aguantar lo que estos profesionales aguantan—, y teniéndose que valorar el párrafo anterior como una sucinta reflexión acerca de cómo funciona el periodismo en líneas muy burdas y generalistas; considero que es el relato personal y completamente parcial de un conflicto el que mejor puede llegar a acercar al lector a lo que realmente se padece en él. Y eso es precisamente lo que, en parte, intenta hacer Tom King en este ‘El sheriff de Babilonia’, trasladarnos a Oriente Próximo en los días de la caída de Saddam Hussein y hacernos partícipes del caos, la barbarie y el sinsentido que gobernó la actuación de las fuerzas aliadas en general y las estadounidenses en particular durante la 2ª Guerra del Golfo.
Ex-operativo de la C.I.A en Bagdad durante aquellos convulsos tiempos que siguieron a la caída de las Torres Gemelas, el guionista estrella de DC se reinventa en parte como ex-policía metido a contratista militar que, transitando por las calles de la capital iraquí, deberá hacer frente al salvaje asesinato de uno de los lugareños que está entrenando para convertirse en la nueva policía del país. Tan sencillo comienzo, sirve de perfecto pie a King para comenzar a tejer un enmarañado, complejo y poliédrico retrato, no ya de las idiosincrasias yanquis o musulmana, sino de la condición humana en tiempos de guerra y de todo aquello que estamos dispuestos a aceptar con tal de poder seguir viviendo…aunque sea un día más.
Realista hasta límites que asustan, la fuerza con la que el relato de King embiste contra el lector hace de ‘El sheriff de Babilonia’ uno de los mejores trabajos que se le ha podido leer al escritor junto a la reciente y superlativa maxiserie dedicada a Mister Miracle, con la clara diferencia que establecen el que los doce números dedicados a Scott Free sean pura ficción superheróica —brillante, pero ficción a fin de cuentas—y aquello a lo que aquí nos asomamos, por mucho que esté exagerado, alterado o directamente inventado, se sienta en todo momento como un sesgo de realidad plasmado con toda la contundencia posible en unas viñetas asombrosas. Porque, claro está, si la docena de números que aquí recoge ECC funciona como lo hace es debido tanto al talento de King para retratar la realidad y construir personajes de un hiperrealismo fascinante como, por supuesto, a lo que Mitch Gerads desarrolla en unas planchas dispuestas a desencajar la mandíbula al más pintado.
Cómic de diálogos que no se arredra en invertir páginas y páginas centrándose en la conversación de dos o tres personajes —o en la de uno sólo por teléfono—, es evidente que cualquier artista no habría estado a la altura de las duras exigencias que plantea ‘El sheriff de Babilonia’. Pero Mitch Gerads no es un cualquiera: forjado en diferentes fuegos independientes antes de pasar a Image, Marvel —donde dibujó ‘The Punisher’— y finalmente DC, que las páginas del estadounidense para esta obra son «de otro mundo» puede parecer una exageración que queda ahogada nada más se abre el volumen y se atiende a la alucinante forma en que el artista compone, narra, colorea —lo del color merecería un estudio a parte— y caracteriza a esos personajes que parecen querer saltar de la superficie bidimensional del papel.
En perfecta, precisa y armoniosa conjunción con lo que King va desarrollando en esa madeja que es la historia de Christopher Henry, Sofía y Nassir, no queda más que enunciar un par de obligadas sentencias. Primera: que estamos ante uno de los mejores relatos bélicos jamás publicados en formato cómic y, por extensión, ante una de las mejores series que ha visto la luz en el sello Vertigo. Segunda: que dada la magnificiencia de lo que aquí está vertido, ya llegáis tarde a vuestra tienda habitual para adquirir y posteriormente devorar esta obra maestra que es ‘El sheriff de Babilonia’.
El sheriff de Babilonia
- Autores: Tom King y Mitch Gerads
- Editorial: ECC Ediciones
- Encuadernación: Cartoné
- Páginas: 304 páginas
- Precio: 28,02 euros en