'El pintor forajido', la revolución del arte

En esto del cómic nunca han faltado historias relativas a ese arte hermano que es la pintura tanto con protagonistas reales, de las tallas de Rembrandt, Picasso, Monet o los Degas y Gauguin de los que hablábamos hace unos días; o ficticios, como los de los mangas ‘Blue period‘ o ‘Arte‘, del que os ofreceremos en breve una reseña.

‘El pintor forajido‘, sin embargo, se mueve en el terreno de un paisajista francés relativamente desconocido, Lazare Bruandet, que, a pesar de contar con alguna de sus obras en el Louvre, resulta un nombre desconocido para el gran público. Un aura legendaria, casi de nómada aventurero —que por otra parte también encontramos en pintores como Caravaggio, cuyo carácter pendenciero le convirtió en fugitivo, y al que Milo Manara dedicó un muy recomendable volumen no hace mucho— que inconscientemente nos hace pensar que no se trata de un personaje real pero que resulta irresistible para abrirle paso entre viñetas.

Debatiéndose entre tres frentes, el de la pintura, el de la espada y su oscuro pasado, Bruandet resulta un individuo incómodo en un ambiente tan convulso como es el París del terror. De tendencias asociales, negándose a plegarse a las convenciones artísticas del periodo y capaz de esgrimir con igual pasión arma y pincel, su periplo, reconociendo como única musa y maestra la naturaleza, o casi podríamos decir huida de la sociedad, consigue resultar tan llamativo como interesante.

Su estilo abocetado, engañosamente sencillo —que puede que a más de uno le recuerde ligeramente a la obra de Sfar—, rematado con unos colores planos que van de los ocres a la tricromía básica, haciendo que destaque la omnipresencia de la casaca roja de su protagonista, hacen de ‘El pintor forajido’ un hermoso ejercicio de bande dessinée que contrasta poderosamente con el estilo esgrimido —y nunca mejor dicho— por su personaje principal, aun perdiéndose en unos escenarios a los que el autor llega a dedicar viñetas completas, creando unas bellas pausas en una obra que no oculta su querencia por la acción.

‘El pintor forajido’ se alza así como una lectura totalmente recomendable para los amantes de las artes en forma de noveno arte, pero sobre todo para aquellas que adoran el tebeo histórico poco convencional. Sin una pincelada de más ni una de menos.