Hablar de un personaje como Lobo es hacerlo sobre la adolescencia de muchos de los aficionados que hoy en día siguen enganchados a esta afición de las viñetas. La primera miniserie del personaje vio la luz allá por el año noventa, década bastante comentada por sus excesos en el género superheróico pero que también dio algunos productos dignos de mención. Los guionistas Alan Grant y Keith Giffen se aliaron con el dibujante Simon Bisley para entregarnos uno de los cómics más divertidos, extremos y violentos de cuantos han sido publicados en DC. Su estética heavy metal, el humor negro empleado y los métodos poco covencionales que utilizaba convirtieron al último Czarniano en todo un role model para los jovencitos de la época. Violento, malhablado y con un carisma a prueba de bombas, estaba más que cantado que le llegaría el éxito más pronto que tarde. Pasaba el tiempo y el bueno de Lobo se convertía en uno de los personajes estrella de la editorial algo que se traducía en multitud de proyectos en los que se vería involucrado. ¿El resultado? Tal fue la sobreexposición que los chistes dejaron de tener gracia. Hemos tenido que esperar hasta el año 2022, más de treinta años después de esa primera serie, para disfrutar de este ‘Crush y Lobo‘ un proyecto cuyas intenciones quedan claras desde que vemos la portada que adorna el volumen, un claro homenaje a la del primer número de ‘Lobo´s Back‘ (segundo proyecto firmado por los mismos autores que la mini original).
Un proyecto bastante curioso y original que cuenta con los guiones de Mariko Tamaki, una autora que bien podría estar situada en las antípodas de lo que un personaje como Lobo significa y representa. Crush es hija del peligroso cazarrecompensas, pero no de aquellos descendientes que pudimos ver en ‘Infanticidio‘, no. Crush nace en la época post-Flashpoint, apareciendo por primera vez en los ‘Jóvenes Titanes‘ de Adam Glass (para más datos no dejen de bichear ‘Sin Justicia’ de Scott Snyder). La chica, mitad humana mitad czarniana, recibe la llamada de su padre que se encuentra encerrado en una cárcel y decide arreglar la relación con su tierna vástaga. Todo se trata de una estratagema para poder escapar de la prisión, hecho que obligará a Crush a tener que capturarlo y devolverlo a la celda de la que ha huido para evitar tener que ocupar su lugar. La excusa perfecta para que esta macarrada de cómic funcione tan bien como lo hacía en los noventa. Evidentemente, mucha culpa de que todo llegue a buen puerto la tiene Tamaki, una guionista que suele manejar unos elementos que están presentes en todas sus obras y, aquí, van a estar representados en el personaje de Crush. Eso sí, por mucho envoltorio de divertento-descerebrado-pasarratos que pueda tener la obra, no pierde la ocasión para hacer un claro ejercicio reflexivo acerca de las relaciones paterno-filiales más arriesgadas y peligrosas. El trabajo realizado a los lápices por el canadiense Amancay Nahuelpan es lo suficientemente correcto y respetuoso con el personaje como para que el disfrute de la lectura sea el justo y necesario para hacernos pasar un rato de lo más agradable, recordando aquellos tebeos que leíamos hace tiempo con una sonrisa bobalicona en nuestro rostro. ¡Ja, ja, rajado ja!
Crush y Lobo
- Autores: Mariko Tamaki y Amancay Nahuelpan
- Editorial: ECC Ediciones
- Encuadernación: Rústica
- Páginas: 200 páginas
- Precio: 21 euros