Esta obra, que llegó hace un tiempo a las estanterías españolas de la mano de Glénat, nos muestra la faceta menos conocida del dibujante Brian Bolland, que se ha hecho un hueco en el mundillo gracias a obras de gran calidad como ‘Juez Dredd’ y ‘La broma asesina’. El álbum recopila varias historias cortas e ilustraciones publicadas en diversas revistas y fanzines, cargadas todas ellas con un sentido del humor de lo más peculiar.
En primer lugar, nos encontramos con tres historias protagonizadas por ‘La actriz y el obispo’, una pareja poco convencional inspirada en una frase hecha típicamente británica. Sus andanzas cuentan con el exquisito dibujo que ha caracterizado a Bolland en sus trabajos más populares y unos argumentos algo estrambóticos, pero interesantes, que muestran el contraste entre dos formas muy diferentes de ver la vida.
Lo peor de estas historias es la decisión de que los textos estén escritos con rima. No sé si en el original quedará mejor, pero en castellano la lectura se hace artificial y casi insufrible. Afortunadamente, tras este ligero traspiés inicial, nos encontramos con una serie de historietas de una página protagonizadas por Mr. Mamoulian que ya por sí solas justifican la adquisición de este álbum.
Mr. Mamoulian es un hombrecillo rechoncho, con bigote y el pelo alborotado, que vive en la capital británica. Como el propio Bolland dice en la introducción al personaje, su intención con estas páginas era tratar diversos temas que le interesan (sexualidad, religión, arte, soledad…) de la forma más espontánea posible, improvisada, a la manera de otros autores como Robert Crumb.
En ese sentido, el dibujo se aleja muchísimo del que conocemos por el resto de sus obras, y se aproxima más a las corrientes del underground. Resulta difícil definir estas historias con palabras, ya que son muchos los temas tratados, y generalmente se exponen de una forma un tanto críptica o enigmática. De hecho, aunque se trate de una serie humorística, las páginas no terminan siempre con el típico gag que podríamos esperar de este formato.
Quizá la mejor forma de aproximarnos a Mr. Mamoulian sea con la palabrería académica que Bolland pone en boca de uno de los personajes, una supuesta profesora universitaria:
El cómic de Mr. Mamoulian es una creación de escritura densa, obsesiva y llena de referencias internas, con vagas alusiones culturales y temas que se despliegan cuasi imperceptiblemente, pero que no obstante permanecen remotos e intangibles.
Sin complicarme tanto la vida, lo que a mí me ha gustado de esta obra son, por un lado, las interesantes reflexiones que deja caer de vez en cuando. Por otro, los pintorescos personajes que pasan por sus páginas. Y por último, que siempre esconde detalles nuevos que vamos descubriendo a medida que la releemos. De todas las historias que protagoniza, yo me quedo especialmente con ‘La esponja’, ‘Arte y excremento’, ‘Una pierna’, ‘Atada’ y ‘Que pases un buen día’.
Por último, ‘Bolland Strips!’ recopila una serie de ilustraciones en blanco y negro que el autor realizó para Editions Deesse. Son ilustraciones de gran calidad gráfica en las que mantiene el tono irreverente, enigmático y sorpresivo de las anteriores historias. Unas joyitas que deberían acabar dando con sus huesos en algún museo, preferentemente al lado de surrealistas como Magritte o Delvaux.
Aunque en un principio la lectura de este álbum puede resultar un poco desconcertante, en cuanto te acostumbras a las peculiaridades de su autor se convierte en un placer exquisito. Aunque su potencial comercial no sea comparable al de otras obras de Bolland, espero que algún día vuelva a editar un recopilatorio como este.