Tres son las versiones, incluyendo ésta, que servidor ha leído de ‘La hija del gigante helado’. Tres sin contar, claro está, la original de Robert E. Howard. La primera, perdida en la memoria, aquella que Fórum recogía en el número 76 de ‘Conan el Bárbaro‘ publicado allá por mediados de los ochenta y que, en una grapa ajada por el paso del tiempo —y por la dejadez de su anterior dueño— llegó a mis manos, no me preguntéis cómo, casi una década después, sirviendo a este servidor de introducción, al menos en lo que a viñetas se refiere —que el personaje ya lo había conocido gracias a Joh Millius y Arnold Schwarzenegger—, del eterno cimmerio. Años más tarde, cuando Kurt Busiek y Dark Horse decidieron insuflar nueva vida en el bárbaro de la era Hyborea, fue Cary Nord, y no el Barry Windsor-Smith «original», el que ponía talento narrativo a una genial adaptación del relato original que, a la postre, se alzaba como punto álgido de una cabecera que conoció no pocos de éstos.
Con estos antecedentes, llegamos por fin a esta última adaptación, la que supone la cuarta entrega de ‘Conan el Cimmerio‘, la serie de álbumes que, partiendo de una premisa bastante —sólida pegarse lo más posible al texto original de Howard para beber directamente de él y de sus espacios entre líneas— está sirviendo a Glénat en el país vecino para publicar una línea de álbumes de gran acogida entre el público lector francófono. Y no es para menos a poco que uno atienda a lo que Robin Recht, uno de los artífices de la enorme ‘Elric‘ que publicaba Yermo, ha planteado en unas planchas en las que el sentido de la épica contenido en sus viñetas e ilustraciones da sopas con honda, ya a Windsor-Smith, ya a Cary Nord: para conseguirlo, Recht hace lo que ya se había ensayado a conciencia en las páginas de la adaptación de Moorcock y plantea una acción que, o bien acerca la «cámara» hasta lo íntimo y personal, o bien la aleja hasta que sus personajes son minúsculas motas sometidas a la furia de los elementos de las montañas donde se desarrolla la acción.
La virulencia con la que Recht caracteriza su trabajo aquí, ya esté teñida de un salvaje rojo sangre, ya de un inmaculado blanco azulado nieve robando todo protagonismo al resto de tonos de la paleta—excepto por el fuego del cabello de la hija del gigante helado, por supuesto—, es de esas que uno asume como la perfecta contrapartida a la prosa de Howard, y el carnal enfrentamiento entre el hijo de Cimmeria y la voluptuosa sirena que a todos lleva a la perdición, alcanza, como ya ha pasado en las entregas anteriores de esta nueva mirada a las aventuras de Conan, una sensualidad que, en la enérgica delicadeza de los lápices y colores de Recht no encuentra rival. Huelga decir que, a tenor de lo que estas 88 páginas ofrecen, nos encontramos, fuera de toda duda, delante del mejor álbum de los cuatro que, hasta ahora, nos ha ofrecido Planeta Cómic. Y esto no ha hecho más que empezar, que en Francia van ya por el álbum trece, y contando…eso sí, nos atreveríamos a decir, sabiendo los artistas que firman cada uno de ellos, que pocos alcanzarán la gloria en cuyo trono se sienta Recht merced a este álbum. El tiempo dirá.
Conan el cimmerio. La hija del gigante helado
- Autores: Robin Recht
- Editorial: Planeta Cómic
- Encuadernación: Cartoné
- Páginas: 88 páginas
- Precio: 18,95 euros