Hay algo que no funciona en ‘Última frontera‘. Y no es un algo que pueda asignarse a un único nombre. Dicho de otra manera, este volumen con el que ECC Ediciones sigue apostando por publicar todas las incursiones del guionista Leo en la ciencia-ficción —el año pasado, sin ir más lejos, os traíamos ‘Centaurus‘— tropieza en diferentes escalones en lo que al trabajo del escritor se refiere, y se hunde irremisiblemente en arenas más que movedizas si hemos de valorar el trabajo de un Icar que, a nuestro juicio, es una traba constante, de principio a fin, para que lo poco que salvaríamos de las ideas de Leo pudieran funcionar a otro nivel. Bien es cierto que aquí, en parte, entra en funcionamiento cierto agravio comparativo con la anterior referencia y lo que Zoran Janjetov cuajaba en la citada ‘Centaurus’, más no todo es aplicable al buen regusto que dejaban sus planchas y hay mucho que no poder apreciar de unas viñetas que, aunque se busque, nunca resultan impactantes o espectaculares; de una narrativa pobre y de, sobre todo, un trazo sucio, estático hasta lo indecible, que incurre en errores de proporción anatómica, mostrando sus personajes un hieratismo que raya en lo abusivo y que impide, desde la primera viñeta, generar la más mínima empatía, condición indispensable para que una lectura cale…con la hondura que sea.
Pero, como decíamos, si el dibujo es un claro suspenso de este volumen, el guión se queda a muy poca distancia de no contar con nuestra aprobación: alabamos el que Leo decida coger una ambientación de western y la implante en un entorno de ciencia-ficción porque, a ver, nos encanta ‘Firefly’ y era exactamente lo que Joss Whedon proponía en su malograda serie; alabamos, asimismo, el misterio en torno a eso que, muy temprano, se intuye que es una inteligencia extraterrestre y que sirve de McGuffin al desarrollo de la trama y alabamos, por último, que los dos hermanos protagonistas, subviertan ciertos tropos asociados a los héroes del género. Pero, más allá de eso, que aunque parezca mucho, no lo es, no encontramos interesante ni al «villano» ni sus muy anticipables intereses, ni a la forma en la que Leo va saltando de una subtrama a otra, ni a lo extraño de sus decisiones sobre dónde terminar un álbum para empezar el siguiente —algo que resulta especialmente llamativo en el primero, con un final que nos deja con las dos cejas arqueadas— ni en lo anodino y estándar de su resolución. Vamos, que siendo muy claros y aún más honestos, si podéis evitar la lectura de ‘Última frontera’, os estaréis haciendo un favor.
Última frontera
- Autores: Leo e Icar
- Editorial: ECC Ediciones
- Encuadernación: Cartoné
- Páginas: 200 páginas
- Precio: 23.50 euros
- Leo (Author)