En un año en el que, no sin cierto temor, volveremos a ver a los xenoformos en la gran pantalla con el estimable Fede Álvarez al timón de una nueva aproximación al universo que se iniciara hace 45 años de mano de Ridley Scott, no resulta sorprendente que Marvel esté apostando todo lo fuerte que puede —o al menos eso cabría afirmar, por lo que cabe encontrar en su catálogo mensual— por que los Aliens continúen teniendo protagonismo en viñetas de la misma manera que lo hacen los Depredadores o, también coincidiendo con estreno de película —esta sí, aguardada con considerable expectación por parte de servidor— esos Simios que ya arrastran tras de sí más de medio siglo de historias fuera y dentro del celuloide. Pero me estoy desviando. Extraterrestres con muy mala baba —en sentido figurado y literal, en este caso—. Ya hemos ido diciendo, a cada nueva entrega que Panini ha ido publicando de las diferentes miniseries que La Casa de las Ideas ha alumbrado en torno a los letales «bichos», que innovar sobre el tejido de lo que hicieron Scott y James Cameron no es que sea complicado, es que siempre, o casi siempre, se salda con un «esto ya lo he visto antes». Una apreciación que deviene en bastante sorprendente pero que habla muy bien del mucho terreno que cubrieron, tanto en terror como acción, ambos cineastas, dejando poco espacio a la innovación cuando la premisa que parece repetirse una y otra vez, da igual qué escritores suban a bordo de la Nostromo, es «grupo de humanos que tratan de sobrevivir al ataque de los Aliens en un entorno que puede, o no, ser hostil».
Esa limitación viene dada, obviamente, por las fronteras que impone el que los xenoformos diseñados por H.R.Giger no den mucho más de sí en cuanto a «personalidad». A fin de cuentas, son máquinas de matar que no tienen mayor propósito que el aniquilar a todo lo que se les ponga por delante y, claro está, eso, por mucho que pongas al frente al guionista más hábil, da para poco. Ese es el caso, desafortunadamente, de este cuarto volumen titulado ‘Deshielo‘ que firman Declan Shalvey a los guiones y Andrea Broccardo a los lápices. Me gustaría poder afirmar que, visto lo limitado y muy funcional del estilo del dibujante italiano, y a sabiendas de la grandeza de la que suele hacer gala Shalvey cuando se pone delante del tablero, esta lectura habría funcionando muchísimo mejor de haber contado con el estadounidense como autor completo; pero no puedo afirmarlo. La razón, que ya intuiréis, es que al someterse al escueto cosmos que parieron Dan O’Bannon y Ronald Shusset para el ‘Alien‘ original, la única originalidad de Shalvey se limita a la premisa de partida, que no es otra que el que un grupo de humanos que explora una luna para encontrar agua encuentre a los desagradables extraterrestres encerrados en el hielo y, por supuesto, termine enfrentándose a ellos y a la, ¿adivináis? Exacto, Weiland-Yutani.
Más allá de eso, la práctica totalidad de lo que Shalvey es capaz de desarrollar en torno a este esquema inicial se mueve por patrones más que trillados, limitándose lo «innovador» de la lectura a algunos instantes afortunados, casi siempre relacionados con la vertiente terrorífica del relato. El resto, como digo, se ve venir a la legua y no añade nada al ya más que abultado conjunto de las historias que, en viñetas, llevan publicándose desde hace más de treinta años. Si ya el cine y sus limitadas incursiones han ido demostrando que poca vida quedaba allende las fronteras de Scott y Cameron, el cómic y lo muchísimo que se ha publicado en el universo ‘Alien’ en viñetas no ha hecho más que reforzar, una, otra y otra vez, dicha impresión. Decía el muy llamativo y legendario eslogan de la primera cinta que «En el espacio nadie puede oír tus gritos». A estas alturas cabría añadir que «Ni falta que hace».
100% Marvel HC. Alien 4
- Autores:Declan Shalvey y Andrea Broccardo
- Editorial: Panini
- Encuadernación: Cartoné
- Páginas: 128 páginas
- Precio: 22 euros




