Lo habitual cuando un cómic vaya a ser adaptado a otros medios masivos como la televisión y el cine es que sufra grandes cambios para adaptarse. El medio es distinto y su público y requisitos también, lo que hace que muchas partes sean adaptadas para que a gente que no es del mundillo le llegue a gustar, aunque ello acabe sacando la bilis de los más puritanos.
La película de Kick-Ass 2 es otra de las víctimas de esta costumbre. Que si bien mantiene muchos de los puntos clave en lo que respecta a la historia, sufre de muchas licencias creativas que no tienen demasiada justificación, pero aún así, la película es lo suficientemente sólida para que la disfrutemos si conseguimos no exigir fidelidad a la obra.