Seguro que no soy el único que esperaba como agua de mayo tener entre las manos la cuarta entrega de Blacksad, esa joya del cómic creada por Guarnido y Díaz Canales. En esta ocasión, nuestro felino detective tendrá que resolver un caso en la mágica ciudad de Nueva Orleans, coincidiendo con la celebración del Mardi Gras, su célebre carnaval.
Blacksad seguirá la pista del desaparecido pianista Sebastian “Little Hand” Fletcher, cuyo talento musical sólo es comparable a sus dificultades para llevar las riendas de su vida. Sus coqueteos con las drogas y la desesperación de su mujer, recientemente embarazada, aportan intensidad añadida a este caso que se irá complicando por momentos: secretos guardados durante años, personajes inquietantes y pequeños escarceos con el mundo de lo sobrenatural.
Así pues, la trama ‘Blacksad: el infierno, el silencio’ cuenta con los ingredientes necesarios para engancharnos a la lectura y no soltarnos hasta el desenlace. Puestos a destacar algo, me quedo sin duda con la ambientación: Nueva Orleans como epicentro del jazz y del blues, recuerdo de esa efervescencia artística que quedó herida para siempre con el paso del huracán Katrina.