Diversión y entretenimiento a tope parecen ser las únicas máximas que José Luis Munuera se ha impuesto a la hora de trazar el recorrido que ‘Zorglub‘, este genial spin-off de ‘Spirou y Fantasio‘, lleva hasta la fecha con tres álbumes en los que el humor, las constantes coñas, las innumerables bromas y guiños y la acción trepidante han sido más que un denominador común una seña de identidad, no ya de la cabecera —que también— sino de la personalidad que el español suele imprimir a sus trabajos, y sólo habría que asomarse a la espléndida ‘Los Campbell‘ para apercibirse de lo que estoy diciendo: salvando las distancias en cuanto a temática, claro está, mucho de lo que viéramos en la serie de piratas que publicara Dibbuks sigue presente en esta propuesta que, suponemos, tiene que estar encandilando a las cabezas pensantes de Dupuis cuando continúan dando carta blanca a nuestro compatriota para hace y deshacer a placer con el hilarante y descerebrado villano creado por Franquin hace ya más de sesenta años.
Manteniendo su vigencia desde entonces gracias a las puntuales reapariciones en los diversos álbumes que los diferentes equipos creativos que han pasado por ‘Spirou y Fantasio’ han tenido a bien incluir —la última, en el número 52 de la longeva colección, firmado por Yoann y Vehlmann—, esta nueva encarnación en solitario del archienemigo de nuestros héroes está sirviendo a Munuera para explorar muchas más facetas que las que suelen mostrarse en la serie central, humanizando a este tipejo con ínfulas de conquistador mundial que, seamos francos, si nunca ha llegado a conseguir completar sus planes es porque es un desastre con patas que termina saboteándose a sí mismo cualquier posibilidad de triunfo. Algo de eso hay aquí cuando, en su afán por alcanzar nuevas cotas criminales, Zorglub inventa la manera de copiarse a sí mismo y, atendiendo a la petición de un mafioso ruso admirador de Elvis, trata de hacerse con el ADN del Rey para clonarlo.
Pero, como se desprende en la portada —y por el título del álbum— en ese crear copias suyas, Zorglub genera una que atiende a su lado femenino y nace así una Lady Z que, esperemos, siga dando el mismo juego que aquí se saca de la chistera un Munuera que, en lo que a dibujo y narrativa se refiere, sigue superando cotas anteriores en una suerte de perpetuo proceso de auto-superación: dinámico a más no poder, el trabajo del murciano sirve una y otra vez a un propósito único, el de dejarnos con la boca cuanto más abierta, mejor. Y no lo digo ya por el nuevo desplegable cuádruple que se ha convertido en una de las señas de identidad más espectaculares de ‘Zorglub’, sino por la imaginería que en estas páginas se nos ofrece, asentando todo lo que habíamos visto hasta ahora en los dos volúmenes previos y dejando claro que, si así lo quisieran los mandamases de la poderosa editorial francesa, no habría mejor artista que él para hacerse cargo al completo de ‘Spirou y Fantasio’ y devolver a la serie a un nivel —el que tenía cuando él ya estuvo a bordo de la misma— que hoy por hoy está bastante deslucido.
Zorglub 3. Lady Z
- Autores: José Luis Munuera
- Editorial: Dibbuks
- Encuadernación: Cartoné
- Páginas: 64 páginas
- Precio: 17,10 euros en