Estando en ese amplio grupo de lecturas que se encontraban más cerca de lo mejor del año que de lo que uno no recomendaría ni a su peor enemigo, lo que sí se podía afirmar sin asomo de duda acerca del primer volumen de ‘Wáluk’, publicado por Astiberri en 2011, es que se trataba de uno de los tebeos más agradables y entrañables de cuántos vieron la luz durante aquellos doce meses. Historia protagonizada por dos osos polares que versaba sobre la amistad, la pérdida y alguna que otra cosa más, la brevedad de ‘Wáluk’ —una lectura de esas que se pasa en un suspiro— adquiría cierta relevancia puesta en perspectiva cuando se observaba el radical cambio que suponía con respecto al anterior trabajo que Emilio Ruiz y Ana Miralles habían firmado al alimón, la espléndida ‘De mano en mano’, un álbum publicado un par de años antes por Diábolo y que giraba en torno a la azarosa vida de un billete de veinte euros.
Cambiando por completo la complejidad del paisaje urbano por los helados páramos del Polo Norte, Ruiz y Miralles daban en el clavo con un tebeo hecho a la medida de cualquier edad que a él quisiera aproximarse. Dicho de otra manera, y como muy bien puntualiza Teresa Valero en el epílogo que viene a cerrar esta segunda y tardía ‘La gran travesía’, que ‘Wáluk’ es un tebeo capaz de aludir con igual intensidad a niños, adolescentes y adultos, encontrando cada rango de edad algo diferente a lo que asirse para dejarse atrapar por él. En lo que a los adultos concierne, resulta encomiable, de una parte, el retrato que el guionista hace de las diferentes especies animales que aquí se dan cita —osos, perros y humanos— y, de la otra, la contundente sutileza con la que arremete contra los atentados medioambientales con los que estamos matando a nuestro planeta poco a poco. Dibujados como unos cobardes oportunistas que tienen poco o ningún respeto por la vida animal y el medio que les rodea, los humanos son en esta segunda entrega de ‘Wáluk’ un instante cómico llamado, no obstante, a hacernos sentir algo de vergüenza por saber que, por mucha ficción que queramos, muchos son los congéneres que se comportan como los que aquí aparecen.
En lo que a Miralles respecta, y por mucho que las páginas que aquí vemos sean completamente continuistas con las que ya leímos seis años atrás, no deja de sorprender que vengan firmadas por la misma autora de ‘Djinn’, alterando la artista su estilo de forma considerable si con lo que lo comparamos es con las páginas de los álbumes guionizados por Jean Dufaux: expresivas y dinámicas, las planchas de ‘La gran travesía’ se benefician, como ya lo hicieran las de su antecesora, de un espléndido uso del color que se muestra tremendamente locuaz a la hora de plasmar la belleza de los cielos polares, algo que ya la portada avanza de forma espectacular y que el interior, por supuesto, despliega para nuestro constante deleite.
Wáluk. La gran travesía
- Autores: Emilio Ruiz & Ana Miralles
- Editorial: Astiberri
- Encuadernación: Cartoné
- Páginas: 72 páginas
- Precio: 15,20 euros en