Si no fuera porque ya existe una versión cinematográfica, firmada en 2018 por el cineasta brasileño Heitor Dhalia —tan sólo cuatro años después de que la obra hiciera su aparición impresa—, me hubiera atrevido a afirmar que los planteamientos que hace Marcello Quintanilha en ‘Tungsteno‘ serían perfectamente apropiados para las formas narrativas de Alejandro Iñárritu o, yendo un paso más allá, del mismísimo Quentin Tarantino…aunque es probable que al cineasta estadounidense se le quedara un poco corto el «reducido» scope de estas páginas. Y es que este volumen, que ahora vuelve a publicar ECC Ediciones —La Cúpula ya lo hizo en 2014— después de que a finales del año pasado nos llegara lo último del autor sudamericano —’Escucha, hermosa Márcia‘, por si andáis algo perdidos ahora mismo—, cuenta con elementos muy presentes en la filmografía del realizador de ’21 gramos’: línea temporal fragmentada que va hacia adelante y hacia atrás constantemente y durante todo el transcurso de la narración; personajes tomados a pie de calle cuyas vidas se entrelazan sin remedio; diálogos que se sienten presos de un verismo inusitado; un conjunto que encuentra su mejor valedor precisamente en cómo se narra una historia que, de entregarse ordenada e impoluta, perdería todo su encanto y, en el centro mismo de todo, amores tóxicos, relaciones entre personas que sólo buscan su interés y no el de aquellos o aquellas a los que supuestamente aman, causándoles dolor a la mínima oportunidad.
De hecho, como muy elocuentemente apunta Darko Macan en el prólogo, ‘Tungsteno’ es, por encima de otras cosas, de las que ahora hablaremos, amor, pero amor del que duele. Eso es lo que une a dos de sus personajes, Richard, un policía duro de pelar y el mejor en su trabajo pero a la par marido poco ejemplar y maltratador de Keira, una mujer resuelta a dejar su infeliz vida atrás pero incapaz de dar el paso que la aleje de su violento esposo. Ellos son, como decimos, sólo un foco de un libro que también nos presenta a Ney, un militar retirado y a Caju, traficante de medio pelo que se la tiene jurada al chusquero antiguo sargento y que prepara un plan para implicarlo en un turbio asunto para poder quitárselo de encima. Ellos cuatro, conforman el coro de vidas cruzadas que conforma el eje sobre el que orbitan otros personajes secundarios de poca relevancia con respecto a su tratamiento —están definidos con cuatro trazos sin profundidad— pero de suma importancia en el devenir de los acontecimientos que el brasileño construye a partir de un hecho anecdótico que prende la llama: dos pescadores ilegales que utilizan explosivos en lugar de cañas o redes para maximizar sus ganancias. A partir de ahí, de un comienzo que se nos antoja anodino, y, de hecho, nos plantea muy pronto y de manera muy brusca dónde nos hemos metido, Quintanilha despliega un relato que, con el thriller como telón de fondo, no da descanso al lector.
Tanto es así, que os retamos a que, una vez comenzada la lectura de ‘Tungsteno’, no la terminéis de una sentada y con la respiración entrecortada: diálogos precisos, acción imparable, ritmo endiablado, personajes tan tridimensionales como la vida misma…todo en las páginas de este volumen está dispuesto de tal manera que no nos vayamos a encontrar con el ánimo suficiente como para hacerle el «feo» al autor de parar a mitad de camino. Y si eso resulta tarea casi imposible es porque, al margen de todas esas cualidades que apuntamos, ‘Tungsteno’ deja, a cada final de página, con la clara sensación de que la siguiente nos va a contar algo mucho más relevante que aquella que acabamos de dejar atrás y, claro, eso nos empuja de manera constante a continuar la lectura, a no cejar en nuestro empeño de hacernos con cada acotación, con cada gesto y con cada instante del rato que estamos con un cuarteto de protagonistas que, en sus márgenes, es donde muestra con más ímpetu el verismo con el que están construidos. Dicho de otra manera, es tanto el trasfondo que el artista aporta con pocas frases y una mínima contextualización, que no es necesario mucho más para que nuestra imaginación haga el resto y construya, conforme avanzamos, todo aquello alrededor de Richard, Keira, Ney y Caju que necesitamos para entender las motivaciones de cada uno.
En blanco, negro y unos grises que, en sus vacíos, dan paso a una expresividad inusitada, el trazo algo desgarbado pero a la vez preciso de Quintanilha —si es que tal oxímoron es posible— guarda sus mejores armas, ya en esa estructura desestructurada que caracteriza al avance de la acción, ya en la potente claridad que en todo momento hace gala un conjunto que en ningún instante nos lleva a la confusión, ni en la narrativa interna entre viñetas —las secuencias de acción son todo un dechado de virtudes perfectamente secuenciadas— ni en la narrativa general, que no necesita de artilugios como cambio de texturas o textos de apoyo para que sepamos, con precisión, dónde nos encontramos en esa fragmentada línea temporal a cada instante. Con la extrema expresividad de sus personajes como valor añadido que logra aderezar aún más el verismo que exudan todas y cada una de las páginas, no creemos necesario terminar con nuestra más firme recomendación, pero ahí os la dejamos. Haceos con una copia, esto es material del bueno.
Tungsteno
- Autores: Marcello Quintanilha
- Editorial: ECC Ediciones
- Encuadernación: Cartoné
- Páginas: 208 páginas
- Precio: 30 euros
- Modelo: WL15 ; Diá: 2,4mm ; Longitud: 150mm
- Color de extremo: oro ; Material: tungsteno y 1.5% de lanthanum (aproximadamente)
- Aplicación: es la mejor opción para soldadura DC de acero inoxidable y soldadura AC de magnesio y aleación de aluminio, etc.
- Contenido del paquete: 1 caja (10 piezas) x Electrodos de tungsteno