Sinónimos casi inmediatos, hablar de imaginación en el mundo de los cómics estadounidenses es hacerlo, sí o sí, del insigne Alan Moore —vale, también habría que hacerlo de otros nombres, pero me limitaré al del barbudo de Northampton si no tenéis inconveniente—: dejando de lado la eterna terna por la que siempre será reconocido, esa que conforman ‘From Hell’, ‘V de Vendetta’ y ‘Watchmen’, no cabe duda de que en la producción del escritor británico hay imaginación a borbotones y que dicha cualidad es la que, cuando no se deja llevar por su incontenible verborrea, mejor caracteriza a sus más grandes obras.
Curiosamente, si de imaginación estamos hablando, es otra terna la que mejor expondría lo mucho que Moore ha sabido trabajar tan noble cualidad humana para plasmarla, con ayuda de notables artistas, en unas viñetas que sólo podrían ser clasificadas como IMPRESCINDIBLES. Y aún de forma más curiosa, dicha terna pertenece a un mismo sello, el America’s Best Comics que el británico parió bajo el auspicio de Jim Lee allá por 1999 y en el que vieron la luz el primer volumen —el mejor, si me lo permitís— de ‘La liga de los caballeros extraordinarios’, la asombrosa, espectacular y superlativa ‘Promethea’ y, por supuesto, las aventuras sin par de ese héroe llamado Tom Strong que ahora ECC rescata en tres integrales de obligada adquisición.
Crisol de multitudinarias referencias —las más obvias empiezan en Superman y Tarzán, y desde ahí se disparan en mil direcciones diferentes— ‘Tom Strong’ es todo un catálogo de imaginación desbordante siempre dispuesto a dejar boquiabierto al lector a cada nuevo batir de página: conforme se va avanzando en la lectura y nuestra memoria vuelve atrás a capítulos ya finalizados, sorprende el descubrirse tratando de encontrar similitudes entre los diferentes números que vayan más allá de la obviedad de venir protagonizados por el mismo corpúsculo de personajes.
Ejercicio fútil que siempre conduce a la misma conclusión —y esta no es otra que el que no hay similitudes— discurrir por las páginas de Tom Strong es inmersionar en un mundo sin límites lleno de posibilidades tan locas como ver a nuestro héroe enfrentándose a dibujos animados, a valkirias nazis, a una versión suya proveniente del otro confín de la galaxia, a una inteligencia artificial almacenada en insectos robots o a la amenaza de Pangea, el continente original. La solidez con la que Moore trata todas esas ideas —y las muchas más que podemos encontrar en las casi cuatrocientas páginas del integral— afirma con contundencia, no ya de lo sobrenatural de su talento, sino del especial cariño con el que el guionista se aproximó a este rendido homenaje al tebeo de aventuras y superhéroes.
Pudiendo afirmarse lo mismo sobre las otras dos series anteriormente citadas —quizás con una intensidad muchísimo mayor sobre ese constante dechado incontenible de virtudes que fue ‘Promethea’— es dar cuenta de las páginas de ‘Tom Strong’ un ejercicio más que obligado para retroceder de forma inconsciente a nuestra infancia y encontrarnos soñando despiertos con aventuras improbables en mundos imposibles. Esa sensación, la de conectar con nuestro niño interno, ese que sigue latente por más que pasen los años, es quizás la más grata de cuantas se derivan de una lectura que, para colmo, está condenadamente bien dibujada.
De acuerdo, lo que Chris Sprouse y el resto de artistas invitados que por aquí se pasean plantean no le llega ni a la suela a lo que J.H.Williams III consiguió para ‘Promethea’, pero sí que se sitúa a una considerable distancia del estilo feista de Kevin O’Neill para ‘La liga de los caballeros extraordinarios’ y la variedad gráfica que práctica el artista «central» —que moldea puntualmente su estilo para adecuarlo a alguna que otra tonalidad del relato— unido a esas incursiones de otros nombres como los de Dave Gibbons, Gary Frank, Gary Gianni, Kyle Baker, Jerry Ordway o Hilary Barta es la guinda que corona un pastel irresistible, uno que se come con ansia, se saborea con fruición y que, una vez terminado, no consigue saciar nuestro apetito por más. Sinónimo, no ya de imaginación, sino de GRANDEZA.
Tom Strong 1
- Autores: Alan Moore, Chris Sprouse y VVAA
- Editorial: ECC
- Encuadernación: Cartoné
- Páginas: 384 páginas
- Precio: 32,77 euros en