Como bien saben los fans del manga, sobre todo del romántico, la nochebuena en Japón es una fiesta para enamorados, casi como si de un San Valentín 2 se tratase. Y si hay un dulce emblemático en esta festividad nipona, algo que conocen de sobra los seguidores de Shin-chan, ese es la tarta de fresa, lo que se llama kurisumasu keiki (literalmente tarta de Navidad). Un postre de bizcocho, nata y fresas que por ende se convierte en manjar para enamorados pero que en argot podríamos traducir como solterona, ya que se refiere a aquella mujeres que siguen solteras después de los 25. Sin ser estrictamente el mismo plato, que un manga protagonizado por cuatro mujeres cuyo eje son las relaciones sentimentales haga referencia en su título a las tartas de fresa nos hace pensar en ambas acepciones, en dulces que fácilmente pueden volverse amargos.
Ambientado en Tokio, ‘Strawberry shortcakes‘ es la historia, o mejor dicho las historias, de unas mujeres que buscan su lugar en el mundo. En ellas, a pesar de su cercania geográfica y un rango de edad similar, encontramos todo un mosaico de sentimientos que difieren mucho de una a otra. Desde la que trabaja como artista tras haber terminado una relación sentimental de modo inesperado hasta la que, habiendo abandonado su pueblo natal para encontrar trabajo en una oficina, esta comenzando una relación amorosa, pasando por aquella que encuentra la isla para huir de la soledad en su pez de colores. Lejos de sentirse satisfechas por las opciones que han tomado en su vida nuestras protagonistas, algunas compañeras de piso, otras meras conocidas, se pierden en la intensidad de la soledad de sus sentimientos mientras abordan conductas tan autodestructivas como la bulimia o los pensamientos suicidas. E incluso, aunque sorprenda, se envidian, sin saber que su sentido de la felicidad lejos está de aquella que lo inspira.
Envuelto en un aura triste, con alguna gota de esperanza, estamos ante un cómic sin un guión unificador marcado ni una introducción y desenlace en el sentido canónico de los términos. Su autora, Kiriko Nananan, sabe adaptar su estilo perfectamente a la historia que nos cuenta, con unos personajes solitarios, lánguidos, que se pierden en la intensidad de la viñeta casi desnuda o parecen evitar directamente la mirada del lector, entre unos encuadres que prefieren perderse entre los detalles de la anatomía de las figuras que mostrarlas en su totalidad. Un trazo sencillo, con tendencia al canon alargado y parco uso de tramas que se ancla en la sencillez para perderse en la debacle emocional de sus protagonistas, dejando viñetas e incluso páginas enteras para el diálogo, escapando del dibujo mismo.
Un josei adaptado a los nuevos tiempos que es perfecto espejo de la soledad en medio de la multitud que empieza a asociarse a famosas metrópolis, de como las relaciones o la falta de ellas minan el espíritu humano y de cómo el monólogo interior se hace más fuerte que las interacciones sociales. Lejos del humor, la épica y el romance que solemos asociar a los mangas más populares ‘Strawberry shortcakes’ es todo un baño de realidad. Una obra en la que es difícil entrar y que no nos deja la sensación de haber salido, con unos personajes de corte realista al borde del colapso personal de cuyas vidas vamos viendo pinceladas, certeras unas, otras cuya dimensión sólo descubrimos al seguir leyendo.
Un manga atípico, tanto en espíritu como en forma, que sólo conquista si uno se identifica con las almas heridas que lo pueblan. El que se decida a probarlo encontrará una fruta dulce, pero licuada con melancolía, poco apta para el postre de una pareja enamorada.
Strawberry shortcakes
- Autores: Kiriko Nananan
- Editorial: Ponent Mon
- Encuadernación: Rústica con solapas
- Páginas: 336 páginas
- Precio: 25 euros
- STRAWBERRY SHORTCAKES
- Tipo de producto: ABIS_BOOK
- Nananan, Kiriko (Author)




