El mundo superheroico y el reino animal casan bien. No sólo porque haya numerosos héroes y villanos con poderes animales (otros se conforman con el nombre, como el pingüino de Batman) sino porque más de uno se ha ocultado tras la capucha como Spider-Ham. Pero aunque podría parecer por su popularidad que DC tiene la exclusividad de esas supermascotas que llegaron a tener su propia película en la pantalla grande, de Krypto el superperro a Ace el batsabueso, La Casa de las Ideas también ha abierto sus páginas al mejor amigo del hombre y ha llegado a tener su propio grupo de Vengadores mascotas, incorporando a sus filas alguna más fantástica como Lockheed, el dragoncito de Kitty Pryde.
En este sentido ‘Spider-Man ¡Animales reuníos!‘ se podría considerar en crossover definitivo. En uno de esos días en que la suerte de Parker llama a la puerta nuestro hombre araña se encuentra de golpe y porrazo como cuidador de las mascotas de todos los Vengadores y algún superhéroe más mientras el resto de héroes combate una amenaza cuya identidad no conoceremos hasta el final y que no puede resultar más adecuada para una historia como.la que nos ocupa. A viejos conocidos como Mandíbulas (cortesía de una Kamala que no olvidemos es inhumana), Fortu, el perro de Ojo de halcón, o Chewie, la Gata de la Capitana Marvel se suman otros de nuevo cuño como el pez de Iron Man (muy buena la explicación de su nombre, que aquí no desvelaremos) o la cobaya de Nick Furia, que se marca una aparición digna de Bruguera. Pero también otros sólo surgidos para aprovechar el nombre de sus dueños como la hormiga del hombre hormiga, la avispa de la Avispa o la pantera negra de…bueno, creo que no hace falta seguir dando pistas. Aunque también nos encontraremos alguno que hará torcer el gesto a más de un purista, como un Throg reducido a ser la rana de Thor (que de ser así, un bateacio normal, nos haría cuestionarnos por que al dios del trueno le da por vestir a su mascota igual que el en la mas pura tradición de chihuahuas y caniches con guardarropa completo) o ese conejo del Dr. Extraño que nos hace preguntarnos donde está Bats, el perro fantasma de el hechicero supremo.
Pero no hay que buscarle, y nunca mejor dicho, los tres pies al gato. Este es un cómic orientado a los lectores más jóvenes, una divertida travesura en la que la adición de cada nuevo animal se remata con una splash page en la que Spider-Man repite su juramento de responsabilidad añadiendo el nombre de cada mascota casi como si de un villancico o una canción de borrachera se tratase y que nos sabe dejar un buen puñado de guiños (esa niña parecida a Moon Girl con un dinosaurio rojo de juguete en la mochila) y más de un chiste de esos para todos los públicos que funcionan como esa identificación tanto para J. Jameson como para el propio involucrado de Spider-Man y paloma. Humor y acción, sin más en una aventura que será una delicia para esos niños que deberían descubrir que los superhéroes no se acaban en la pantalla, pero que también puede constituir una entretenida lectura ligera para los adultos más completistas.
Un cómic intrascendente, sí, pero entretenido, con buen sentido del ritmo y un dibujo caricaturesco y ágil con un inteligente uso del color que funciona, haciendo de él una esas obras simpáticas que se leen en un suspiro, nos hacen soltar un par de carcajadas y nos devuelve a la seriedad canónica, con sus dramas habituales tras un festivo intermedio. Eso al menos hasta que el ajolote de Hulk sea canon. Al tiempo: yo voto sí.
Spiderman: ¡Animales reuníos!
- Autores: Mike Maihack
- Editorial: Panini
- Encuadernación: Cartoné
- Páginas: 96 páginas
- Precio: 14,95 euros