'Russian Olive to Red King', sufridor en casa

La pérdida duele. Devora el alma, nubla los sentidos pero a veces, entre el inevitable dolor, aporta una rendija de paz. La incertidumbre es quizás peor. Corroe la psique, entre la esperanza y la condena, sin resquicios para la necesaria catarsis liberadora, minando el ánimo poco a poco. ‘Russian Olive to Red King’ se sumerge en este segundo tipo de dolor.

Obra del matrimonio Immonen, dos autores que juntos o por separado nos tienen más acostumbrados a su labor en el campo de los superhéroes, optan en esta ocasión por una historia intimista. Un hombre y una mujer separados por un fortuito accidente de avión son los protagonistas de una trama que aporta más preguntas que respuestas. Mientras ella intenta sobrevivir en un inhóspito bosque él se rompe entre tareas cotidianas que no dejan de recordarle a ella. Recoger un paquete, devolver un regalo, despertar junto al perro de la pareja o simplemente abrir la nevera van quebrándole poco a poco, en una serie de acciones que solo tienen sentido para aquellos que conocen las dos partes de la historia.

Estamos ante un cómic lejos de diálogos trascendentes, de sentencias graves y gestos más grandes que la vida. ‘Russian Olive to Red King’ está hecho de cosas pequeñas, en las que el sentido de la trascendencia es una inyección en la mente del lector. Es más, ni siquiera necesita palabras, con escenas mudas tan impresionantes como la caída del avión. Y en ocasiones incluso el dibujo se deja llevar a la mínima expresión, como esas últimas páginas de viñetas falsamente abstractas cuyo significado solo conoceremos en las dos últimas páginas y que corren paralelas a todo un volcado de memoria que en principio puede parecernos ajeno a todo lo que hemos leído hasta el momento, pero que acaba de sumergirnos en el espíritu de una persona que se desmorona.

‘Russian Olive to Red King’ duele. Es un viaje palpitante que, arropado en un cuidado dibujo con un delicado uso de claroscuros y sombras que sabe recrearse tanto en los escenarios de la rutina como en la naturaleza más apabullante, logra atraparnos poco a poco. Podríamos incluso decir que su premisa parece convencional pero eso queda pronto en el tintero ante la emoción que suscita gracias a la empatía que generan sus personajes. El amor, el dolor, la rabia misma. Emociones que son comunes a todo ser humano: ‘Russian Olive to Red King’ las saca a la palestra con recursos tan simples como efectivos. No hace falta profundizar más: solo sentir.