Con la edición estadounidense del quinto volumen ya en nuestra posesión y habiendo dado cuenta del que, por ahora, será el último dedicado a Reckless —Brubaker y Phillips quieren destinar sus próximos esfuerzos a otras ideas prometiendo, eso sí, que volverán sobre este rinconcito de su universo y que, en esta ocasión, nos trasladarán a los 90 —, estamos en una posición más que privilegiada de confirmar lo que ya hemos dicho hasta ahora en las dos reseñas que hemos dedicado a ‘Reckless‘ y, a la luz del titular que hemos elegido, vamos a seguir afirmando en esta: lo que Ed Brubaker y Sean Phillips han destilado con esta pentalogía que han dedicado a uno de sus personajes secundarios de ‘Criminal‘ ha vuelto a demostrar, a aquellos que lo dudaran —y que conste en acta, señoría, que por aquí no éramos de ese grupo de incrédulos escépticos —, que da igual lo que se traigan entre manos, siempre raya como mínimo a una altura que parte de lo sobresaliente y accede, casi siempre, a un estatus aún por encima de dicha calificación.
Para este acto intermedio de la saga, Brubaker elige centrar el discurso en Anna, la «ayudante» y mejor amiga de Ethan Reckless y un personaje del que, hasta ahora, habíamos sabido poco más que las pinceladas que nos habían ofrecido tanto ‘Reckless‘, el volumen inicial, como ‘Reckless. Amigo del diablo‘. Todo ello queda como decimos atrás ya desde las primeras páginas, en las que el guionista nos desvela como la joven se convirtió en la inseparable compañera del rudo protagonista. A partir de ahí, y como sólo el parece saberlo hacer hoy en día —no sé vosotros, pero me cuesta trabajo dar con otro nombre que sea capaz de manejar los resortes del noir de manera tan precisa y acojonantemente magistral a como lo hace el escritor estadounidense— los dos se implican en una investigación con magnate del ladrillo de por medio y mucha de la violencia, gráfica o verbal, a la que ya nos tiene acostumbrados la serie, quedando impregnada la lectura, tanto de ese sentido de lo impredecible y al límite que caracterizan a sus dos antecesoras, como de una nada desdeñable tristeza por algo que no podemos desvelar y que añade aún más capas a este inmenso hojaldre que es el microcosmos de ‘Reckless’.
Philips, por supuesto, no se queda atrás dejando que su compañero se lleve todos los laureles, y cuaja aquí de nuevo unas páginas que, bajo su muy personal estilo y formas narrativas, acompañan a la perfección a lo que Brubaker postula en el guión. De hecho, como quiera que ya hemos hablado tanto de él, me gustaría detenerme hoy en la suma expresividad que Jacob Phillips, su hermano, consigue arrancar a la forma en la que aplica el color a los lápices y tintas del dibujante: acostumbrados como estamos a los colores ultra espectaculares y llenos de matices de los cómics de superhéroes, sorprende —aunque tiene todo el sentido considerando el tipo de historias de que se trata— que la paleta del menor de los Phillips se base en tonalidades planas que añaden matices de improvisación al ya suelto trazo de Sean. La combinación de ambos factores visuales eleva a ‘Destruir a todos los monstruos’ a cotas que ya avanzamos en su momento eran superlativas— «Y, por cierto, agarraos porque la próxima entrega es, si cabe, aún mejor» fue la frase que elegimos para terminar la anterior reseña—, y no nos queda otra que ir a por el órdago y dejar muy claro que, en las dos que quedan por delante, lo que os aguarda es, sin lugar a dudas, MUCHO MEJOR. Ahí queda eso.
Reckless 3. Destruir a todos los monstruos
- Autores: Ed Brubaker y Sean Phillips
- Editorial: Panini
- Encuadernación: Cartoné
- Páginas: 144 páginas
- Precio: 20 euros
- Reckless 3. Destruir a todos los monstruos
- Brubaker,Ed (Author)