'Peret que buscaba a la muerte', la obra póstuma de José Luis Zaragoza

Para apercibirse de la ironía que impregna la vida, sólo hay que vivirla. Esta afirmación se hace dolorosamente patente al acercarse, sea de la forma que sea, a la lectura de ‘Peret que buscaba a la muerte‘. Y esto es así debido a que, mientras ultimaba la que iba a ser su obra más larga, una en la que abordaba lo que para un niño puede significar la pérdida de un padre y lo que la muerte en general supone para cualquier ser humano, José Luis Zaragoza (Zar) fallecía a los 46 años debido a una dolencia cardíaca dejando inconcluso el título que ahora nos llega en esta edición de Diábolo.

Como dice Lorenzo Pascual (editor de Diábolo) en su introducción, ‘Peret que buscaba a la muerte’ es una obra que Zar llevaba gestando desde 2007, año en el que la editorial comenzó su andadura. Desde entonces, Zar intentó avanzar con una historia cuyo final se le resistía. No en vano, este relato acerca de Peret, un niño que pierde a su padre pescador y busca a la parca para que se lo devuelva, tiene mucho de exorcismo personal, ya que su desarrollo fue sirviendo al artista como terapia sobre el fallecimiento de su progenitor.

Pero también de esa incapacidad de finalizar formaban parte el alternar la elaboración del libro con su trabajo y lo exigente que era Zar consigo mismo, algo que podemos observar en las bellas páginas que conforman este inconcluso proyecto. En ellas, y mediante un trazo y composiciones tremendamente expresivas, Zar desarrolla con sutil ternura la historia de Peret, dejando espacio para que el relato respire con evocadoras imágenes destinadas a crear la correcta ambientación del mismo (bellísima es la doble de un típico paisaje labriego).

Sin haber podido, como ya hemos dicho, concluir la historia, ha sido de mano de su familia y amigos como Diábolo termina ofreciéndonos, mediante descripciones y páginas a medio esbozar, el final del relato, unas últimas páginas que, aún en su forma más primitiva, ofrecen una conclusión preñada de un lirismo tan bello como esperanzador y que sirven, mejor que cualquier epitafio, como el más bello legado de un autor que se nos ha ido demasiado pronto.

FICHA TÉCNICA: Peret que buscaba a la muerte