Después de doce años ininterrumpidos en los que, eslóganes al margen, nos pudimos asomar a la que era, sin duda alguna, la mejor colección de superhéroes del universo, hace dos semanas ‘Invincible’ llegaba a su fin. Atrás quedaban 144 números de una muestra asombrosa y espectacular del singularísimo talento de Robert Kirkman para moverse en los encorsetados patrones del mundo del tebeo de gente con poderes y legar algo completamente diferente a lo que puede encontrarse en los universos de DC y Marvel. Las aventuras de Mark Grayson, el hijo de viltrumita cuyas andanzas comenzaban en la Tierra y se movían por los cuatro confines del cosmos, finalizaban con un emotivo número que servía de impecable conclusión a una serie que nunca conoció bajones —no como ‘The Walking Dead’ que ha tenido alguno que otro, y de entidad— y que, en cierto modo, nos dejaba a sus seguidores huérfanos de una galería de inolvidables personajes que, mes a mes, había conseguido hacerse un huequito en nuestros corazones.
Con la citada cabecera de zombis y la muy intrigante ‘Outcast’ como dosis con las que calmar el mono mensual de Kirkman, el anuncio de ‘Oblivion Song’, el nuevo proyecto del guionista para Skybound —el sello de Image que él mismo fundo y bajo el que se publican maravillas como ‘Birthright’—, no podía llegar en mejor momento para servir como potencial bálsamo de la ausencia de ‘Invincible’. Un bálsamo que veía la luz el miércoles de la semana pasada en tierras yanquis con su primer ejemplar y que, menuda sorpresa, Planeta nos traía también a lo largo de los pasados siete días…en un volumen con los seis primeros números. Sí, habéis leído bien, los seis primeros números: de la misma manera que ha pasado en Alemania o Italia, suponemos que la editorial habrá llegado a algún tipo de acuerdo con Skybound para, en lugar de tener que esperar hasta finales de año, optar a la publicación del primer arco argumental de la serie mucho antes de que en Estados Unidos tengan una idea concreta de en torno a qué diantres gira esta nueva y muy estimulante propuesta de Mr. Kirkman.
Situada en Filadelfia en un futuro no muy lejano, ‘Oblivion Song’ atrapa irremisiblemente desde su primera página y —no exagero— no nos suelta hasta la última y muy impactante splash, dejándonos con «las patas colgando como la rana Gustavo». La razón fundamental de ello, más allá de lo efectivo —y puntualmente confuso, para qué llevarnos a engaño— del estilo de Lorenzo de Felici, que sirve a la historia sin grandes alardes, es un guión que se esfuerza en dos frentes bien diferenciados. Primero, en construir un trasfondo fascinante y atractivo, trazando un mundo a caballo entre la normalidad y lo post-apocalíptico que acerca en cierto modo a ‘Oblivion Song’ a algunos de los planteamientos que han hecho de ‘The Walking Dead’ lo que es.
Segundo, y mucho más importante, introduciéndonos a una serie de personajes marca de la casa que tienen por cualidades fundamentales un carisma y talante tridimensionales a prueba de bombas: a quien haya leído alguna vez algo de Kirkman —sobre todo si ese algo son sus dos mejores obras— no le extrañará encontrar aquí el valor que tan bien ha sabido cultivar el escritor en dos colecciones —bueno, al César lo que es del César, incluyamos también a ‘Outcast’— que si en algo han sido grandes es en saber atesorar protagonistas con voz propia y diferenciada a través de los que se ponen en funcionamiento unos diálogos superlativos, que tan pronto dan la sensación de ser algo ajeno, manufacturado para encajar en una viñeta, como se nos antojan tan cercanos que nosotros mismos podríamos estar enunciándolos.
Equiparable a Rick, Mark o Kyle Barnes, el protagonista de ‘Outcast’, el Nathan Cole de ‘Oblivion Song’ es un héroe con varias facetas que, ante todo, conforman una entidad creíble y de una humanidad tremebunda. La misma, cuidado, que exuda toda la amplia plantilla de secundarios que aquí se nos presentan y que, por arte de esa magia que sólo unos pocos saben capturar sobre el papel impreso, nos resultan tan familiares como cualquiera de esos personajes de las dos majors que llevamos décadas siguiendo. Que Kirkman consiga esto con tan sólo 144 páginas es señal inequívoca de estar ante un talento sobrenatural que conoce muy pocos iguales en el vasto panorama estadounidense del cómic. En una sola palabra: Robert Kirkman es, a todas luces, un GENIO.
Oblivion Song 1
- Autores: Robert Kirkman & Lorenzo de Felici
- Editorial: Planeta Cómic
- Encuadernación: Rústica
- Páginas: 144 páginas
- Precio: 15,15 euros en