Lo que Alan Moore ha significado para el comic es algo que hoy en día ya se aprecia bastante pero, da la impresión, que poco a poco se le irá reconociendo más a medida que pasen los años. La actual situación del barbudo guionista es de sobra conocida por todos los aficionados: renegando de todo y de todos los que tengan que ver con el medio, Moore tan solo publica material de este particular universo, el de La Liga de los Caballeros Extraordinarios, cada cierto tiempo. Acompañado de su inseparable escudero, Kevin O´Neill, nos llega ‘Nemo: Corazón de Hielo‘, una historia de tan solo 56 páginas (abultan más las portadas que el interior) y que supone el primer spin off de la serie centrado en Janni Dakar, hija del mismísimo Capitán Nemo.
Dakar y su tripulación acaban de arrebatarle al magnate C.F. Kane las joyas de Ayesha, un golpe que les ha reportado una gran cantidad de beneficios. Sin embargo, la capitana del Nautilus no parece estar del todo contenta con la vida que lleva así que decide emprender una misión hacia el Polo Sur, justamente donde su padre fracasó. Se rodeará de una tripulación en la que encontraremos a lo más selecto de los mares, un grupo de atrevidos personajes que la acompañaran hasta las Montañas de la Locura. Pero no todo va a ser tan fácil ya que Kane ha mandado también a su propia expedición compuesta por los mejores inventores estadounidenses que intentaran acabar con la intrépida capitana.
La formula de estos “Caballeros Extraordinarios” se repite entrega tras entrega y los resultados, como siempre, suelen ser sobresalientes gracias a la pericia de Moore para hilvanar referencia tras referencia en una historia con claro e intenso sabor pulp. Desde Julio Verne a H. P. Lovecraft pasando por Herman Melville o Edgard Allan Poe, literatura clásica con mayúsculas, algo que el guionista de Northampton ha estado homenajeando desde la primera entrega de este particular grupo y que, ahora, con este nuevo personaje se amplía un poco más el abanico de posibilidades. Más sorprendente resulta el buen nivel de las ilustraciones de O´Neill que a sus 60 años entrega páginas sublimes, para estar contemplando un buen rato e ir descubriendo la ingente cantidad de referencias y guiños al lector más literato. Sin mostrar síntomas de cansancio o agotamiento y viendo la buena salud de la obra, no nos cabe la menor duda, tenemos Liga para rato.
Nemo Corazón de hielo
- Autores: Alan Moore y Kevin O´Neill
- Editorial: Planeta
- Encuadernación: Cartoné
- Páginas: 64
- Precio: 8,95 euros
Es el primer número, tras los 2 anteriores, en el que se puede seguir la trama sin sentirte medio tonto o pensar que te habías perdido alguna entrega intermedia.
Al contrario que Alan, Kevin sí está manteniendo el nivel en todos los cómics de la saga. Cada panorámica de este hombre es una auténtica delicia. No hay viñeta que no me guste.
Y menos mal que ya me había leído el cómic antes de leer este artículo, porque vaya forma innecesaria de destripar el destino del viaje…
Cito textualmente de la sinopsis que Planeta DeAgostini cuelga en la ficha del comic en su propia página web:
«Será una carrera mortal hacia el último rincón de la Tierrra, un lugar indómito lleno de maravillas y horrores donde el tiempo está roto y las montañas te llevan a la locura. Una mezcla de Julio Verne más H.P Lovecraft en este final inolvidable, perdido en el palpitante, vívido y espantosamente inhumano corazón de hielo»
No sé, destripar lo que se dice destripar, no lo veo por ningún lado, ni en el párrafo de Planeta ni en mi reseña, que por cierto, en la editorial han tenido a bien incluir en la ficha de la obra.
Un saludo y gracias por comentar.
Gracias por el dato, te exonera en parte. Afortunadamente tampoco había leído la reseña de Planeta, que es un poco mas sutil, por cierto.
De todos modos pienso igualmente que el hecho de que la propia editorial destripe, lo que a mi parecer, es una fenomenal sorpresa al FINAL de la historia, francamente me parece de una torpeza remarcable.
Pero bueno, si tu y el editor creéis que es normal desvelar el final de un viaje presentado desde el principio como enigmático e imprevisible y cuyo destino desconocen hasta los propios protagonistas, pues nada…
Hombre, sutil, sutil. Cuando en la misma frase aparece H. P Lovecraft y Las montañas de la Locura, tampoco hace falta ser un lince para darte cuenta de ciertas cosas. Más, en una obra, que exige ciertos conocimientos de literatura al lector para poder disfrutarla en su totalidad.
De todas formas, esto que escribe Planeta, no creo que sea un dato que reviente nada de la historia. Al final esto de los spoilers se reduce a una mera cuestión de percepción por parte del que lee.
Un saludo y, de nuevo, gracias por tu comentario.