Antes lo primero que venia a la mente al mencionar la palabra «ansiedad» era una canción interpretada entre otros por Nat King Cole cuyo estribillo salía prácticamente solo. Por desgracia ahora mismo la ansiedad es un serio problema que afecta a buena parte de la población. Así la dibujante Paula Cheshire aboga con una sinceridad de la que va a hacer gala durante todo el cómic por bautizar con tino a esta edición revisada y ampliada, como recalca en su portada. Una sinceridad con un humor a prueba de bomba que emplea para hablar de ella, y principalmente de ella misma, reconociendo en su primera página, eso sí, que esta es la historia de «otra dibujante hablando de su vida y su ansiedad». Pero la verdad eso poco importa a la hora de abordar el lado tragicómico de una cotidianidad con la que más de uno puede sentirse identificado.
Articulado básicamente en historietas de una sola página, con escasas salvedades como la dedicada a lo que más terror le inspira en el mundo a su autora, el (entrañable) recuerdo de la adquisición de sus primeras mascotas o la historia de su amor por el lapicero, este cómic autobiográfico nos lleva por todas las pequeñas obsesiones de una mujer en crisis personal y creativa a tiempo completo pero a la que se enfrenta con ese fuerte escudo que es la sonrisa. Tazas de café que parecen más adictivo que las drogas duras, adorables felinos condenados a convertirse en el centro de su existencia, versiones antropomorfas (o casi debería decir patatomorfas) de realidades vitales, la regla (aunque lejos de esa Menstru que vino del manga y que supone una de las experiencias más inenarrables y recomendables para el amante de los tebeos), la lluvia, la pareja y todo lo demás invaden unas páginas en la que lo importante no son las grandes preguntas de la existencia sino esas pequeñas cosas que hacen que la vida pueda ser más o menos agradable. Por no mencionar una pandemia que va a asomar su fea cara en más de una viñeta pero que permite a la autora regalarnos gags tan memorables como desconcertantes como la armadura de mascarillas.
Entre el surrealismo y la autocrítica ‘Me das ansiedad‘ deja en algún momento una ligera sensación de déjà vu, e incluso es inevitable encontrar algún chiste similar a otro previo, pero este volumen lo suple con una autora-protagonista que sabe generar empatía y que hace se lea en un suspiro dejando una ligera sonrisa, permitiéndose incluso en su contraportada un guiñito shakesperiano. Aunque alguna parte podemos encontrar un ligero espíritu a lo Mr. Wonderful con un toque algo siniestro (ese «te quiero casi tanto». Con esa grafía y composición es inevitable) esta es una buena apuesta para los amantes de los cómics de tipo autobiográfico de corte anecdótico, más amigo de las sensaciones que de episodios concretos.
Con un estilo sencillo, de ligero aire kawaii y una paleta de color reducida apenas a las tonalidades básicas, esta es una de esas obras de aspecto llamativo, que atrae la atención más por la armonía de su composición que por lo apabullante de su diseño, que nos puede hacer pensar remotamente en obras de otras artistas afines al autoanálisis como Lola Vendetta o Agustina Guerrero. Pero Cheshire no indaga en momentos clave de esos que pueden cambiar por completo la vida de una persona sino que nunca pierde de vista que este es un acercamiento amable a una persona amante de la tranquilidad y la vida hogareña pero que no puede evitar verse sobrepasada por un mundo que parece más fácil para los demás. Pero la risa y la creatividad son grandes medicinas, y ‘Me das ansiedad’ no es solo una prueba de ello, sino que para el lector se defiende como el mejor de los placebos. Merece la pena probarlo.
Me das ansiedad
- Autores: Paula Cheshire
- Editorial: Fandogamia
- Encuadernación: Rústica con solapas
- Páginas: 120 páginas
- Precio: 12 euros