Aunque el cómic ha sido, es y será pura evasión, nunca se puede negar su lado educativo, y no solo por esas adaptaciones literarias que se han apoderado de las estanterías de más de un adolescente con el Quijote a la cabeza por supuesto. El manga, que nunca me cansaré de decir es capaz de presentar una obra casi sobre cualquier cosa, es buen espejo de ello con títulos que entre sus aventuras enseñan recetas de cocina, ejercicios gimnástico, técnicas artísticas y hasta los tipos de fuentes de escritura. ‘Mathland: El enigma del talismán aritmético‘ a pesar de ser de autores españoles cumple de sobra para ser etiquetado como manga educativo, contando además con un profesor de matemáticas como guionista, y lo hace apostando por el isekai, es decir, enviando a nuestro héroe a un mundo de fantasía del que sólo puede sacarle la asignatura que más se le atraviesa.
‘Mathland’ sabe poner el dedo sobre la llaga: Alan, por mucho que insista su profesora en que las matemáticas son esenciales en multitud de campos y por supuesto en el día a día, no se siente a gusto en clase. Castigado, llegará a un aula que parece abandonada y ahí una criatura misteriosa le transportará a Mathland, una tierra habitada por números (incluyendo Pi, Cero y algún viejo conocido más) y personificaciones de distintas sisciplinas (aritmética)que se encuentra bajo la amenaza de un extraño hechicero que parece haber doblegado la voluntad de su reina. Allí el protagonista descubrirá que realmente las matemáticas son básicas para ayudar a sus nuevos amigos y escapar de ese extraño mundo, planteando a lo largo de todo el recorrido toda clase de problemas que resolverá tanto por pura lógica como al ir avanzando en los conocimientos adquiridos.
La idea de fusionar ejercicios escolares y aventuras no es nueva. De manera mucho menos elaborada ha aparecido durante décadas en libros de texto y cuadernos de vacaciones, pero obras como esta si consiguen presentar de una manera más atractiva, partiendo estrictamente del lenguaje del cómic y dejándonos ver cómo el héroe resuelve la operación (y anima al lector a ir pensándolo mientras) sin necesidad de acudir a la página de soluciones. Con un dibujo atractivo de buen diseño de personajes que no oculta en absoluto sus referencias (por ahí se pasean unos cuantos primos hermanos de los Pokemon) y que suma al blanco y negro algunas páginas a color no se puede negar este un cómic formativo puro y duro, que tras un prólogo más ligero y esa primera muestra sobre los cuadrados perfectos, que deja muy claro su método es apostar por la lógica y no por la memorización pura y dura, opta por la sucesión de problemas integrándose lo mejor posible a la trama.
Sin embargo aunque supone sin duda una manera más amena de aprender no estamos ante una obra que, fuera de este loable objetivo, atraiga a lectores que únicamente busquen una fuente de entretenimiento. Con una historia sencilla, que aunque bien articulada le cuesta encontrar el equilibrio entretenimiento-aprendizaje en el nudo del relato, ‘Mathland: El enigma del talismán aritmético’ resulta más digerible como material de apoyo, aún sumando elementos de distintos cursos (a partir de ecuaciones sencillas) que como entretenimiento a secas, aunque llama a una segunda parte. Una buena propuesta tanto para el que domina la disciplina como pars aquel que necesita un empujoncito para el aprobado. La letra (y el número) con viñeta entra.
Mathland: El enigma del talismán aritmético
- Autores: Pedro Antonio Martínez Ortiz, Sonia Müller
- Editorial: ECC Ediciones
- Encuadernación: Rústica
- Páginas: 160 páginas
- Precio: 17.95 euros
- Martínez Ortiz, Pedro Antonio (Author)