'La hija de Moctezuma', de punta en Blasco

Adaptaciones en cómic de obras literarias siempre han habido. En su mayoría su carácter divulgativo, que por otro lado ha ayudado a más de un adolescente a aproximarse por vez primera a lo que en otro formato habría sido un ladrillo (sí, hablo de esas versiones del Quijote que se cuentan por decenas con calidad dispar), esas traslaciones han hecho mella en la calidad, dándonos en ocasiones un apartado visual fruto de cuestionables exigencias editoriales. Por suerte hay honrosísimas excepciones como el ‘Moby Dick’ de Bill Sienkiewicz. Y aunque no sea tan célebre como la obra cumbre de Melville, ECC nos ofrece ahora una obra de uno de los nombres clave de la historieta española, Jesús Blasco: ‘La hija de Moctezuma’.

Aproximarse con los ojos del lector de hoy a esta obra, basada en el libro de Henry Rider Haggard, que seguramente a la mayoría les sonará mucho más por su célebre ‘Las minas del Rey Salomón‘, puede resultar complejo. Buen exponente de la literatura de aventuras, nos encontramos ante una historia rica en acción y exotismo, en la que Thomas Wingfield busca satisfacer su deseo de vengarse de Juan de García, que ha cometido un terrible crimen contra su familia, atravesando incluso el océano. Ello hará que acabe convirtiéndose en prisionero del imperio azteca, aunque su relación con la princesa Otomí, la hija de Moctezuma del título, hará que su rol dentro de esta sociedad vaya cambiando, a la par que sufrirá nuevos encuentros con un García que se ha aliado con los conquistadores, hasta un desenlace que se adivina sangriento. Una trama de esas que gana por su carácter nostálgico pero que a más de uno que no la ponga en su contexto le parecerá que ha envejecido mal (no en vano la novela original es de 1893), por los tópicos que expone en torno a los personajes secundarios.

Presentada en forma de capítulos de dos páginas, algo que se aprecia tanto por la inclusión del título como los resúmenes con que abren algunos de ellos, la hija de Moctezuma es una obra de buen ritmo, en la que sus protagonistas no están quietos un momento y los cliffhangers están bien hilados, aunque otros aspectos, como la profundización en la psique de sus héroes y villanos queda más en el tintero, algo que no es nuevo en el terreno de un vehículo que es puro entretenimiento de evasión.

Pero si hay algo que hipnotiza y que justifica de sobra la recuperación de una obra de la que pasa más de medio siglo desde su aparición y que hasta el momento estaba inédita en nuestro país es su dibujo. Fruto de los lápices de un auténtico artesano de la viñeta este cómic, o preferiría decir tebeo, es de un realismo sorprendente. Con ecos de la pintura historicista del XIX y de lo mejor de la escultura clásica, Blasco presenta un trabajo sorprendente de un detallismo espectacular, buena muestra de los lápices de un artista que sabía sacar lo mejor de cualquier género, del western a la comedia, y que aquí se mueve con soltura entre los escenarios de Europa y Sudamérica, con un minucioso trabajo de documentación.

‘La hija de Moctezuma’ es una delicia con sabor añejo y aroma épico. ECC, que ya ha recuperado parte del trabajo de Blasco, nos trae una historia completamente disfrutable si abandonamos los prejuicios en la puerta y nos dejamos transformar de nuevo en adolescentes ávidos de aventura. Una maravillosa manera de disfrutar de la obra de Blasco para veteranos y legos en el conocimiento de uno de los mejores exponentes de una raza de dibujantes que hizo a varias generaciones enamorarse del arte del cómic. Quizás a más de uno le parezca que el concepto de este tipo de novelas ha envejecido mal. Sus lápices no aceptan ningún pero.