Supongo que no seré el único al que le pasa: cuando he de determinar si acercarme o no a un volumen en formato antología como el que hoy nos ocupa, mi decisión última pasa, sí o sí, por haber sopesado cuántos de los dibujantes implicados en él son de los que me «molan» y cuántos no. A fin de cuentas, con historias cortas en las que está muy limitado lo que puede llegar a desarrollarse, creo que el peso de la validez de las mismas recae casi en exclusiva en venir firmada por un artista de esos de los que nunca tendremos suficientes viñetas. En el caso de ‘Matanza. Blanco, negro y sangre‘, esa figurativa balanza queda en equilibrio algo precario debido a que, del total de 12 nombres implicados en los cuatro números que conforman la miniserie original USA, sólo cuatro resuenan fuerte con mis filias, a saber: Sara Pichelli, Javier Fernández, Greg Smallwood y Marco Checchetto. Del resto, sólo dos, Kyle Hotz y Ken Lashley me dicen algo, quedando el resto, la otra mitad, en tierra de indiferencia.
Así las cosas, y considerando además que no es un personaje que me haya atraído nunca —siempre he sido más de Veneno, puestos a elegir entre simbiontes—, y valorando sobremanera que la edición de Panini haya respetado una vez más la original yanqui para traer un volumen de gran tamaño que deje apreciar como mandan los cánones la fuerza de los lápices del elenco de nombres que aquí firman, queda por determinar si, con gentes como Dan Slott, Ed Brisson, Chip Zdarsky, Donny Cates, Ram V, Al Ewing, Karla Pacheco o Declan Shalvey, las historias están a la altura de las circunstancias o si, por el contrario, no dejan de ser anécdotas más o menos bien contadas de las que, cuando se ha finalizado el volumen, dejan escaso o nulo poso.
Desafortunadamente, la tendencia de lo que leemos en este volumen, incluso bajo la mirada benevolente que, de manera natural, adoptamos cuando el dibujante nos «tira», no deja de superar la barrera de lo anecdótico salvo por la inclusión de ese «elige tu propia aventura» que es el relato escrito por Al Ewing y dibujado por John McCrea, todo un homenaje a los juegos de rol y a los libros que inundaron las bibliotecas a lo largo de los años 80 y que insta al lector a agarrar un D6 e ir saltando de acá para allá. Quitando esa, la de piratas —divertida porque los piratas siempre molan— y las que dibujan Greg Smallwood y Marco Checchetto, el resto es lectura pasable que, insistimos, no dejará resto alguno en vuestra memoria. Pero, bien pensado, eso tampoco es tan malo teniendo en cuenta que esto no va encaminado a cambiar vuestras vidas ¿no? ‘Nuff said!!!!
Matanza: Blanco, negro y sangre
- Autores: VVAA
- Editorial: Panini Comics
- Encuadernación: Rústica
- Páginas: 136 páginas
- Precio: 19,95 euros