‘Marvel Omnibus: Doctor Extraño y los Hechiceros Supremos’, aventuras en terreno mágico

A nadie debería cogerle por sorpresa el renovado protagonismo que tiene el mago más famoso de La Casa de las Ideas, sobre todo, teniendo en cuenta las exitosas adaptaciones (y apariciones) cinematográficas con que ha contado el personaje desde hace ya algunos años. Un largometraje que puso de nuevo en el candelero al bueno de Stephen Strange y que le otorgó una cabecera de lo más interesante que se ha publicado en los últimos años. No quedó la cosa ahí y muy pronto aparecerían más proyectos especiales como una cabecera en la que compartiría protagonismo con otros “colegas” conocedores de las artes mágicas. Panini, que siempre está pendiente de este tipo de jugadas editoriales, ha movido ficha y recupera en un espléndido y majestuoso volumen integral a gran tamaño esta segunda serie. ‘Marvel Omnibus: Doctor Extraño y los Hechiceros Supremos’ promete una lectura más que entretenida, a pesar de un planteamiento inicial que puede resultarnos algo conocido pero que, una vez que la acción empieza a desarrollarse, la cosa va mejorando a cada página que pasamos sin poder parar hasta pasar la última de ellas. 

¿Conocido? Un poco, o ¿ cómo llamarían a esto? Un peligro de grandes proporciones se acerca a la Tierra y amenaza con destruir todo lo conocido por el hombre, amenaza a la que solo un grupo de héroes podrá hacerle frente. ¿Preparados para el giro que lo cambia todo? Parece que esta amenaza, conocida como El Olvidado, pone en peligro una realidad distinta a la nuestra, en concreto a la del Mago Merlín (sí, ya saben, Rey Arturo, Excalibur, etc…), y es en este momento en el que decide reunir a su grupo de Hechiceros Supremos, cada uno perteneciente a una época distinta, para hacer frente a ese enemigo que desde su primera aparición ya se nos muestra como un “malo” bastante atípico. Pasado, presente y futuro se dan la mano en cuanto a alineación mágica se refiere, gente como  Stephen Extraño (evidentemente), Sir Isaac Newton (Jonathan Hickman ya “jugó” con él en su ‘SHIELD’), Wiccan, Yao, el Anciano, Nina, Conmente o Kushala.

Todo ello orquestado por un señor cuyo nombre ha aparecido en bastantes publicaciones estos últimos años, primero en Marvel y más tarde en DC, un guionista que sin hacer demasiado ruido siempre ha entregado guiones que dejaban muy buen sabor de boca en el lector. Robbie Thompson ha demostrado su valía en títulos de Spiderman (Venom, Spidey, Silk o Web Warriors) y siempre ha salido bastante bien parado de la contienda, era algo lógico y normal que le otorgará otros personajes para calibrar su potencial. Su manejo de las situaciones es bastante bueno a la hora de alternar la trama principal con historias paralelas que aportan mayor trasfondo a algunos de los personajes. Y no terminamos aquí con las buenas noticias, ya que el encargado de ilustrar estas mágicas aventuras es un Javier Rodríguez que se muestra en un estado de forma envidiable (no se pierdan la reciente e imprescindible edición especial de su ‘Historia del Universo Marvel’). Las páginas firmadas por el de Oviedo están llenas de dinamismo, un estilo que visualmente cautiva desde la primera viñeta y que dota de personalidad propia a cada uno de los personajes, marcándose unos diseños a cada cual más atractivo. Sería injusto pasar por alto el trabajo de Álvaro López (entintador de Rodríguez) y el color que aporta Jordie Bellaire cuyas elecciones cromáticas siempre aportan al resultado final. Toda una sorpresa la que nos hemos llevado con este volumen, una de esas series “menores” que Marvel suele publicar a remolque de un estreno cinematográfico, pero que esta vez no le haría falta ese punto extra de publicidad.