La espera de dos años se ha hecho larga pero, una vez que tenemos en nuestras manos este inmenso (en todos los sentidos) volumen de los mutantes más famosos del Noveno Arte, bien podemos decir que ha merecido la pena. Para todo aquel que lleve sus añitos en esto de los tebeos comprenderá, sin necesidad de demasiadas explicaciones, lo que supone la publicación del material contenido en este ‘Marvel Gold La Imposible Patrulla-X Volumen 6: El Juicio de Magneto’. Efectivamente, tiramos otra vez de nostalgia, y nos encontramos con unos relatos que nos acompañaron a muchos cuando empezábamos a comprar comics, ya saben, nuestros primeros pasos en el tortuoso camino del coleccionismo viñetil. Ya no es solo el cariño que se le puede tener a estas historias, sino también la calidad de las mismas, una Patrulla-X que estaba considerada como una de las mejores lecturas que se podían hacer mes a mes. ¿Ha conseguido aguantar bien el paso del tiempo las aventuras de Cíclope y los suyos?
La respuesta es claramente afirmativa. Este volumen contiene algunos de los mejores momentos de aquellos días, joyas definitivas que ayudaron a definir la franquicia mutante. Coincide además, la presente reseña, con la actualidad de una franquicia que tras muchos años de vagar por lo inane vuelve a mostrar músculo de la mano de Jonathan Hickman, situándose en la lista de cosas a tener muy en cuenta en un futuro cercano (que nadie le pierda la pista a “Dinastía de X” ni a “Potencias de X”). Pero volvamos a lo que hoy nos ocupa, la etapa de un Chris Claremont (el Patriarca Mutante) que permaneció de manera estoica al frente del cotarro diecisiete años, un periodo de tiempo importante en el que ocurrió casi de todo y la calidad no sufrió demasiados altibajos. Los números contenidos en este sexto Omnigold aparecieron a finales de 1985, unos días en que los personajes vivían un momento dulce, desprendiendo prestigio entre crítica y aficionados; y demostrando que, con ganas y buenas ideas, se puede facturar un producto revolucionario que interese a todo el mundo.
Uno de los mayores aciertos de Claremont fue el humanizar a unos personajes que mes tras mes se tenían que enfrentar a amenazas que ponían en peligro La Tierra. La facilidad que demostraba el londinense a la hora de establecer relaciones entre Lobezno, Jean, el Profesor X y compañía dejaba en evidencia a cualquier otro escritor del género. Y no contento con eso, las tramas y subtramas que iba presentando mensualmente no hacían más que añadir interés a la colección, haciendo evolucionar a un grupo de mutantes que no importaba lo numeroso que fuera. Incluso se permitía el lujo de construir historias de mayor calado que se extenderían sobre todo el Universo Marvel, siendo claramente precursor de los actuales “eventos”, un truco editorial que ha terminado siendo un lastre para muchos autores. Lo que nadie puede negar es el inmenso interés de todo lo incluido en el voluminoso tomo, un “tochal” que se abre con el cruce entre La Patrulla-X y Alpha Flight, prólogo a las posteriores “Guerras Asgardianas” en las que también tendrían su momento de gloria Los Nuevos Mutantes.
A partir de este momento nos vamos a encontrar relatos que son Claremont en estado puro con, por ejemplo, John Proudstar acusando a Xavier de la muerte de su hermano, Sendero de Guerra. Y no para ahí la cosa puesto que seguimos con el grupo inmerso en Secret Wars II, cruzando su camino con los chicos de Power Pack, presentando a Nimrod, el centinela del futuro, o dándose de tortas con Los Morlocks. Y sí, no se deja de lado un tema tan recurrente como es la marginación, esta vez proveniente de un anti-mutante negro que ya ha sufrido lo suyo por el color de su piel. En cuanto a algunas caras conocidas que van a desfilar por estas páginas, de lo mejorcito de la casa: el Doctor Muerte, el Club Fuego Infernal, Arcade, la Hermandad de Mutantes Diabólicos o el siempre temible Juggernaut. Especial mención merece el relato que proporciona el título a este volumen, una historia en la que se producirá un cambio de dirección en el personaje que a muchos nos dejó con la boca abierta.
Eso sí, que a nadie le pille por sorpresa la forma de narrar de Claremont, con un exceso de textos de apoyos que, en ocasiones, repetían lo que ya se podía apreciar en la viñeta de turno, un “truco” que llegaba a desesperar a muchos aficionados pero que, como a cualquier otra cosa, se terminaba acostumbrando. Contó el guionista para ilustrar las aventuras de esta Patrulla-X con algunos de los dibujantes más importantes del medio que, encima, se encontraban en un estado de forma envidiable. Autores de la talla de Arthur Adams, Rick Leonardi, John Romita Jr, Paul Smith o Barry Windsor-Smith realizan un trabajo inconmensurable, dejándonos páginas para el recuerdo. Casi ochocientas páginas de pura magia “comiquera” que, como hemos dicho un poco más arriba, nos hará derramar alguna lagrimita por lo que significa para más de uno. A disfrutar.
[Grade — 10.00]
Marvel Gold La Imposible Patrulla-X: El Juicio de Magneto
- Autores: V.V.A.A.
- Editorial: Panini Comics
- Encuadernación: Cartoné
- Páginas: 784 páginas
- Precio: 47,95 euros