‘Los Muertos Vivientes Vol 25: No Hay Vuelta Atrás’, Old Man Negan

Nuevo volumen de Los Muertos Vivientes y, las sorpresas, siguen sin ser demasiadas. Nada negativo, la colección ha llegado a tal punto que cada nueva entrega supone una lectura interesante, adictiva y entretenida a partes iguales, sin que Kirkman parezca que se esfuerza demasiado. ¿Es eso justo? Un guionista que parece ir en piloto automático y sigue entregando mes tras mes un de las mejores series del panorama comiquero es motivo de odio y envidia. Bien es cierto que este nuevo volumen, ‘Los Muertos Vivientes Vol. 25: No Hay Vuelta Atrás’, guardaba un motivo (más) de interés en su interior: la inclusión del número 150 de la colección USA. El de Richmond nos tenía acostumbrados a vibrar cada vez que se acercaba un número más o menos importante en la colección pero esta vez no ha habido sorpresas de esas que son para echarse las manos a la cabeza.

Incluso con este pequeño “desliz”, el nuevo tomo supone un paso adelante en la colección puesto que el nuevo estatus que nos regalaron los autores hace tres entregas sigue su curso cargado de nuevos personajes y algún que otro “incidente” que nos hace prescindir de caras conocidas. Y, por supuesto, lo que no puede faltar en cualquier fase de la serie, un(os) enemigo(s) que estén a la altura. En esta nueva fase del juego le ha tocado la papeleta a la temible Alpha y su legión de susurradores, una amenaza a tener muy en cuenta para Rick y los suyos sobre todo tras ver de lo que son capaces (atención a las primeras páginas). Para terminar de redondear el capítulo de malas noticias, no serán pocos los “fuegos” internos que tendrá que apagar el sheriff ya que muchos de sus vecinos parecen no comulgar con su idea de sociedad y justicia.

Pero la clave del volumen llega prácticamente al final del mismo, con un viejo conocido actuando desde las sombras, un Negan que, a falta de sorpresa, es el que aporta el momentazo de la lectura y lo hace, además, coincidiendo con toda la polémica que se ha generado tras el estreno de la séptima temporada de la versión televisiva, donde nuestro macarra favorito protagoniza una de las escenas más recordadas de la serie. Diálogos magistralmente escritos, conversaciones que se extienden a lo largo de varias páginas manteniendo un interés máximo para el lector y Charlie Adlard, el dibujante que podrá ser mejor o peor, pero no falta a su cita mensual con la colección, dando una lección a muchos con su efectividad y puntualidad. A ver que nos depara el futuro ya que la serie, a pesar de llevar una cantidad bastante elevada de páginas a sus espaldas, no puede gozar de una situación mejor a todos los niveles.
[Grade — 9.50]