Hablar de ‘Locke & Key‘ es hacerlo, sin ningún tipo de dudas, de una de las cinco mejores series independientes que nos han llegado en los últimos tiempos desde el otro lado del charco. Habida cuenta de que (cuando todavía éramos Zona Fandom) sólo mi compañero Jaime le prestó atención, y eso fue allá por 2009, hora es ya de dar merecido repaso a un cómic que a cada nueva entrega sigue sorprendiendo tanto por la inmensa calidad de lo que Joe Hill es capaz de imaginar como por la maestría que Gabriel Rodríguez lleva demostrando desde el primer número de ‘Bienvenidos a Lovecraft‘.
Seis miniseries interrelacionadas de seis números cada una es la estructura con la que Hill, hijo de Stephen King, decidía de forma temprana caracterizar a esta serie de terror que gira en torno a Keyhouse, hogar ancestral de la familia Locke en un pueblo llamado Lovecraft. Dicha casa, y los jardines de su alrededor, alberga un terrible secreto que tiene relación con una serie de llaves mágicas con propiedades tan diferentes e imaginativas como hacer crecer de tamaño, convertirse en fantasma o abrir la cabeza de alguien para así explorar sus ideas.
Estos conceptos, que así descritos parecen descabellados y poco convincentes, son plasmados por Hill con una energía soberbia que atrapa al lector desde la primera a la última página de cada volumen, transportándonos a un lugar donde todo es posible y en el que la más increíble ocurrencia del guionista nunca termina por sentirse ajena o extraña, tal es el semblante de credibilidad que otorga el creador de la serie a su criatura, ya por mor de la precisa y ajustada definición de sus personajes (da igual que estos sean adultos, adolescentes o niños, todos tienen una voz perfectamente identificable), ya por la idiosincrasia con la que es capaz de caracterizar a ciertos números dentro de cada arco.
Y en este volumen que nos ocupa, el cuarto de la serie, hay dos ejemplos a cada cual más genial de dichos números: el primero, del que podéis ver justo arriba una de sus magníficas páginas, sirve a Hill y Rodríguez para homenajear a la MEJOR tira cómica de la historia, la grandiosa ‘Calvin & Hobbes‘ de Bill Watterson (sólo por el mero hecho de hacerlo esta serie merecería todos mis halagos); el segundo, que muestra la vida de la familia Locke durante un mes de febrero, es de una brillantez narrativa asombrosa nada ajena, obviamente, al espectacular arte de Gabriel Rodríguez.
El dibujante chileno, que debería haberse llevado de calle su nominación a los Premios Eisner de 2011 en lugar de Skottie Young (y mira que me gusta el trabajo que éste artistazo está haciendo en las series de ‘El mago de Oz‘), parece no conocer límites a un talento que se despliega de forma asombrosa en cada página y cada viñeta de todos y cada uno de los números recogidos hasta el momento por los cuatro tomos publicados por Panini en nuestro país (cinco si seguís la edición en tapa dura de IDW): su perfecta definición de personajes, la maravillosa habilidad con la que ilustra los entornos donde éstos se mueven y la extrema capacidad que posee para absorber al lector en perfecta conjunción con la historia ideada por Hill, hacen de este artista un modelo a seguir.
Con la última serie a punto de terminar en Estados Unidos y las incógnitas en torno a cuál será el destino final de los Locke y su demoníaco enemigo aún sin resolver, no debo despedirme sin instaros a que, ante la duda de qué serie empezar a leer desde cero que no tenga que ver con tipos enfundados en mallas, no vaciléis ni un instante: ‘Locke & Key’ es, con rotundidad, la apuesta más segura que en este sentido podréis encontrar en las estanterías de vuestras tiendas habituales de cómics.
Locke & Key vol.4: las llaves del reino
- Autores: Joe Hill y Gabriel Rodríguez
- Editorial: Panini
- Encuadernación: Rustica con solapas
- Páginas: 160
- Precio: 16,95 euros
Absolutamente enamorado de esta serie desde el primer momento, la verdad.
Super fan de Stephen King me acerqué a Joe Hill cuando publicó El traje del Muerto, y desde entonces he seguido todo lo que iba haciendo… y llegó Locke&Key.
Si el Bienvenidos a Lovecraft fue bueno, cada uno de los siguientes tomos mejorado más aún.
La narrativa, los planos, el montaje que parece cinematográfico….
Y encima el placer que es poder «hablar» por twitter con Gabriel Rodriguez y lo agradecido que es con los fans, ya es el remate.