Hablaba la canción del sentimiento envidioso que hace querer ser «el niño en el bautizo, la novia en la boda y el muerto en el entierro». Dejando aparte ese último apartado, que da para una fuerte dosis de humor negro, eso de ser el eje central del que se suele decir es ‘el día más feliz de la vida’ ha sido carne continua de comedia romántica más o menos chusca, dejándonos el cine toda una pléyade de robanovios y prometidas frustradas que se han convertido en personajes claves del género. Si tenemos en cuenta esto el arranque de ‘Kabi Nagata, guerrera errante‘, nos resulta sin duda familiar, cuando asistimos al momento en que nuestra protagonista y autora queda completamente deslumbrada por la boda de una de sus amigas, planteándose que lo que más desea es emularla, aunque sea casándose con ella misma. Pero lo que vendrá a continuación lejos está del chiste.
Los que conozcan la obra de Nagata, publicada en España en su totalidad por Fandogamia, saben que enfrentarse a sus mangas no es una tarea fácil. De carácter documental y contenido puramente autobiográfico sus obras siempre son puro ejercicio de desnudez emocional (y en algún momento incluso físico). La mangaka no se esconde bajo artificio alguno, con un dibujo terriblemente expresivo que se ajusta como anillo al dedo a su testimonio, y que a pesar de su aspecto ligeramente cómico no frivoliza sino que humaniza el relato. Pasando con naturalidad de lo cómico a lo dramático, como muestra ese arranque en el que el impacto que provoca en ella la boda de una de sus amigas le hace programar una sesión de fotos vestida de novia, pero no logra la satisfacción emocional que deseaba, el cómic es todo un descenso por las emociones de su autora. Pero sobre todo una autoevaluación de sus relaciones de carácter afectivo, un campo en el que se revela como una auténtica novata y que se replantea al descubrir como las afrontan sus amigos y conocidos, aunque sea app mediante.
‘Kabi Nagata, guerrera errante’ es auténtica catarsis. A golpe de sinceridad (tremendo su texto de presentación en la página de citas), consigue, al desarmarse, desarmar a un lector al que, aunque no se haya enfrentado a episodios tan trágicos como el vivido por la protagonista en su infancia, no le resulta difícil identificarse con este alma rota pero dispuesta a recomponerse.
Sería fácil, solo viendo su portada, confundir el último manga autobiográfico de Nagata con uno de tantos cómics humorísticos de los que llegan a nuestras librerías. En muchos momentos nos arrancará una sonrisa, más comprensiva que otra cosa, pero lo que plantea esta dibujante, fuerte en su fragilidad, en torno a la soledad, es de una seriedad que asusta. Los traumas infantiles, las convenciones sociales de un país tan conservador en más de un aspecto como es Japón y el entorno escolar y laboral forjan con más frecuencia de lo que creemos personalidades como la de Nagata. Pero ella consigue rehacerse a golpe de tinta, incluso agradeciendo al hipotético lector su compañía en su particular viaje, haciendo de su obra todo un ejercicio de terapia cuya continuación anima sin duda a conocer.
Kabi Nagata es una autora terriblemente personal, de estilo inconfundible, con trazo ágil y diálogo sincero. Lejos de los cánones habituales que solemos presuponer al manga y los géneros más populares, su espíritu revela cierta afinidad al de otras nacionalidades con su lenguaje universal de emociones. Nagata, aunque sólo utilice este apelativo en el título de esta obra, se revela como una auténtica guerrera, una campeona dispuesta a batirse entre la aceptación y el rechazo a la soledad. Y en el combate, aunque quizás no lo sienta como un triunfo, consigue salir completamente victoriosa como artista.
Kabi Nagata, guerrera errante
- Autores: Kabi Nagata
- Editorial: Fandogamia
- Encuadernación: Rústica con sobrecubiertas
- Páginas: 128 páginas
- Precio: 12 euros