La trayectoria cinematográfica de Boaz Yakin no tiene desperdicio, tanto para lo bueno como para lo malo. En la parte positiva encontramos títulos como la enérgica ‘Safe’ protagonizada por Jason Statham o la sorprendente ‘Ahora me ves’, un filme que dependía sobremanera del libreto del escritor y productor neoyorquino. En la negativa, no obstante, el recorrido de Yakin es bastante más abultado, comenzando por su primer proyecto para la gran pantalla, la muy olvidable primera versión de ‘Punisher’ (sí, aquella protagonizada por Dolph Lundgren) y siguiendo por «cosas» como ‘Dirty Dancing 2’ o ‘El príncipe de Persia’, olvidables momentos todos estos que no hablan muy en favor de las capacidades del artista.
Prescindiendo no obstante de hechos pasados, y abordando la lectura desde una óptica completamente ajena a ellos, lo cierto es que ‘Jerusalén’, tal y como apunta el titular de la reseña, peca de ser demasiado ambiciosa, queriendo abarcar el relato de Yakin tantos y tan diversos frentes en este relato de familias enfrentadas que al mismo tiempo es el de uno de los territorios más convulsos de la historia (antigua y, sobre todo, reciente) que en última instancia el lector se verá sobrepasado con tantos nombres y hechos.
En ayuda de que esto no ocurra, no llega de forma efectiva el trazo de Nick Bertozzi, mostrándose el artista incapaz de asumir con la precisión que hubiera sido deseable la caracterización de la miríada de personajes que conforman el sustento de la lectura, una falla que en otros casos queda aliviada por el buen discurrir y el correcto funcionamiento de la historia pero que aquí sólo viene a limitar aún más la mano con la que juegan ambos autores. Una mano que sobre el papel prometía, y bastante, pero que a la hora de revelarse, lo hace en unos términos que, en lo que a este redactor respecta, se quedan en terrenos muy mediocres.
Jerusalén
- Autores: Boaz Yakin y Nick Bertozzi
- Editorial: La Cúpula
- Encuadernación: Cartoné
- Páginas:386
- Precio: 28 euros